A President Questionedfor His Indecision

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Este aniversario, Barack Obama intentó persuadir a los estadounidenses de que sean tolerantes con el Islam al tiempo que reiteró la necesidad de seguir adelante con la guerra contra el terrorismo en Afganistán, un país islámico. A dos meses de las legislativas, en un ambiente de gran polarización, el doble mensaje de Obama a favor de la tolerancia y la guerra aumenta la percepción de que es un presidente al que le falta determinación . La oposición republicana ha alimentado esa idea desde el primer día de su presidencia. Y ahora las críticas provienen de su propio partido, donde afirman que no cumplió sus promesas.

Recuerdan que la cárcel en Guantánamo sigue funcionando a pesar de que dijo que iba a cerrarla y que, si bien ha comenzado el retiro de Irak, aumentó al contrario el número de soldados desplegados en Afganistán.

La distinción que Obama hace entre una “guerra preventiva” como fue la de Irak o “una guerra de necesidad” como es la de Afganistán no convence al ala más progresista de su partido. Más aún, tampoco cayó bien ahí cuando, tras decir que está a favor del derecho a que los musulmanes construyan una mezquita cerca de la zona donde cayeron las Torres Gemelas, Obama agregó que eso no significaba que propicie que efectivamente el templo sea edificado. Sin duda, la retórica de Obama es sutil pero los republicanos y los integrantes del Tea Party la usan en contra suya. Cuando Bush decía que hay una diferencia entre el Islam y el terrorismo, los conservadores se calmaban. Ahora, cuando lo dice Obama, la ultra derecha refuerza la idea de que el primer presidente afronorteamericano no es cristiano, sino musulmán, que no nació en EE.UU. y que usurpa el poder. El problema de imagen y de mensaje de Obama tiene como telón de fondo la crisis económica . Difícilmente los republicanos podrían distorsionar sus discursos como lo hacen si la recuperación no se demorara. En ese contexto, todo indica que, a menos que se produzca un milagro, Obama no podrá evitar que el oficialismo sea aplastado en las elecciones. La pregunta es por cuánto.

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