“De-occupy” Wall Street

<--

“Desoccupy” Wall Street

No hay caso, no hay caso… el ser humano es tan conservador que hasta cuando identifica bien los problemas, no encara la solución que provocaría un cambio radical, y propone soluciones basadas en los esquemas que indujeron los equívocos y, así, evoluciona lentamente. Como cuando propone terminar con la violencia de un dictador… ¡con una guerra! Claro, el resultado es que cambia una violencia, una dictadura, por otra (que presentan por buena).

“Rescatad a la gente” (en lugar de a los bancos), rezaba un cartel del movimiento “Occupy Wall Street”, en el centro financiero de Manhattan. Y tiene razón. Los manifestantes dicen representar a la población, oprimida por el 1%, que se reparte el 25% de los recursos, y que van “contra el corrupto sistema bancario”. El problema es que estos “indignados” no proponen desmantelar la estructura coactiva estatal, que oprime a los débiles y que aprovechan los poderosos, sino agrandarla, más acción estatal.

El Centro Pew asegura que, aunque el interés se ha cuadruplicado últimamente, los medios han dedicado 7% de espacio a los indignados, debajo de las elecciones presidenciales de 2012 (18%) y la crisis económica (15%). Los ocupantes tienen el apoyo del 67% de los neoyorquinos, según la universidad de Quinnipiac, apoyo que a nivel nacional baja, según Pew: “Hay menos interés del que había en las protestas del Tea Party, en 2009”. El alcalde de Nueva York, quiere que los indignados desmantelen la acampada, que está en propiedad privada, mientras que Obama dice que entiende “las frustraciones… (que) no son tan diferentes a las protestas del Tea Party… la gente se siente alejada de su gobierno”.

Pero ya lo decía el liberal Juan Ramón Rallo, en su artículo “Perverso maridaje”: “a qué viene esto de que los contribuyentes rescaten sin fin a los bancos”. Dos años y medio después de que la banca fuera rescatada por los Estados, el presidente de la Comisión Europea llegó a solicitar una “recapitalización”, de las entidades financieras, que superaría los € 200.000 millones, unas cinco veces el gasto anual en educación del gobierno español, contaba Rallo días antes de que el mayor banco alemán, el Deutsche, asegurara que obtuvo una utilidad de € 4.100 millones entre enero y septiembre, frente a los 1.700 millones del mismo período del año anterior.

Los gobiernos vienen financiando a las entidades financieras con dinero barato, de los bancos centrales, y otros privilegios, a cambio de ayuda para sostener la deuda generada por los estrafalarios gastos estatales. Así, los políticos no quieren una banca libre, responsable de sus negocios, porque de ese modo el gobierno (empezando por la Casa Blanca de Obama), no podría sostener los privilegios que lo aleja de la gente. Ocurrió con el famoso “corralito” argentino: los políticos gastaron brutalmente, y le quitaron fondos a los bancos que no pudieron devolver el dinero a la gente.

Perverso maridaje que no acaba aquí. WikiLeaks dice que suspende sus operaciones porque las donaciones bajaron 95% debido al bloqueo bancario. “El gobierno de EEUU ha empujado”, aseguró un representante de la empresa de Hosting que aloja a WikiLeaks y que juntas han dejado de ingresar unos € 50 millones. “El bloqueo… revela acuerdos… entre el gobierno de EEUU y… (el) sector bancario” para lesionar la libertad de expresión.

About this publication