Arizona and Michigan: Necessary Victories?

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El calendario de elecciones primarias en los Estados Unidos aparentemente no generaba sorpresas o variantes, pues desde su comienzo los líderes republicanos y del llamado “establecimiento financiero tradicional” tenían a un precandidato del total de nueve que pretenden enfrentarse al presidente Barack Obama.

Tres de ellos, el empresario afroamericano de Georgia y fundador de una exitosa cadena de pizzería Herman Cain, el exgobernador Tim Pawlenty y la representante Michele Bachmann, ambos de Minnesota, abandonaron por una u otra razón la contienda, antes de efectuarse las primarias del 3 de enero en los “caucus” de Iowa, donde se generó la primera sorpresa política con la victoria por pocos votos del exsenador de Pensilvania, Rick Santorun.

Inmediatamente advertimos el sobresalto en la cúpula del partido del elefante, pero la victoria del exgobernador Mitt Romney, favorito en la primaria de Nueva Hampshire, aplacó el desasosiego y otros dos aspirantes, el gobernador de Texas, Rick Perry, y el exgobernador de Utah, Jon Hontsman, se fueron para su casa. Romney tropezó con otra piedra, esta vez el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, quien conquistó el bastión evangélico conservador sureño en Carolina del Sur.

A finales de enero, Romney volvió a triunfar cómodamente en el estado de Florida. En febrero el calendario electoral de las primarias, aunque sin muchos delegados, y con cuatro sobrevivientes –Romney, Santorum, Gingrich y Paul- han tenido que competir en los “caucus” de Nevada, Minnesota y Colorado, donde Santorum ganó y donde el congresista tejano y libre pensador, Dr. Ron Paul, le ha hecho la vida imposible a Romney.

Para hoy están programadas las primarias en Michigan y Arizona. Ambas tienen que ser una victoria obligada para Romney. En el primero, los 30 delegados se repartirán en función de los votos obtenidos por los cuatro candidatos, mientras que los 29 de Arizona irán al vencedor. La pérdida en Michigan sería un fuerte garrotazo para Romney, por ser el estado donde creció y su padre fue gobernador en la década de los sesenta y fundador de la American Motors, en la ciudad de Detroit. Es bueno recordar que en 2008, en Michigan, Romney venció al senador John McCain, quien después fue el candidato presidencial.

Hasta el sábado el promedio entre cinco sondeos le dan a Romney una ligera ventaja en Michigan sobre Santorum de 1.6 % y en Arizona 9.2 %. Esto al parecer es una mejora después del debate organizado en la ciudad de Mesa, Arizona, por la CNN, donde Romney se mostró dinámico y Santorum a la defensiva. Romney parece estar recuperando terreno tras su sólida aparición en el debate y el alza en las encuestas. El “Conventional Wisdom” o la opinión generalmente aceptada entre los politólogos es que Gingrich ganó el debate, y que espera ansioso por las 22 primarias que se celebrarán en el mes de marzo, sobre todo las del Súper Martes, donde 466 delegados estarán en juego el próximo martes 6, en 11 estados.

El doctor Paul también ayudó en la causa a Romney, al calificar el conservadurismo fiscal de Santorum como “falso”. “Siempre hay una excusa”, dijo de la explicación de Santorum. “Ese es el problema con los políticos en Washington”, añadió. También el que dos precandidatos (Gingrich y Santorum) estén peleando por el voto conservador es una ventaja para Romney, a pesar de que Michigan cuenta con una grandiosa clase trabajadora y muchos católicos, seguidores de Santorum.

Se comenta en alta voz, en los pasillos en Washington, que si después del Súper Martes no hay un claro vencedor, que logre los 1,144 delegados necesarios para ser el nominado en la convención en Tampa, cualquier cosa puede suceder, incluso que gobernadores conservadores, como Charlie Cristie, Jeb Bush y Mitch Daniels, lancen su sombrero al ruedo.

El New York Times, Wall Street Journal y la empresa de datos RealClearPolitics señalan que ninguno de los actuales precandidatos puede llegar al número mágico. En las primarias de 1976, entre el entonces presidente Gerald Ford y el gobernador Ronald Reagan, este llevó su candidatura hasta la convención en Kansas City, porque Ford no había alcanzado los 1,130 delegados, hasta que el presidente de la delegación de Mississippi le dio su respaldo a Ford, venciendo a Reagan 1,187 a 1,070. Después Ford perdió la Casa Blanca frente a Jimmy Carter.

Les dejo con las definiciones de una sola palabra sobre su persona, que le solicitaron a los cuatro precandidatos en el debate de CNN. Romney prefirió “decidido”, Santorum dijo “coraje”, Paul eligió “consecuente” y Gingrich, entre risas, se decantó por “alegre”.

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