Obama Launches Program To Help Young Black and Latino Men

<--

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó el año pasado una organización de Chicago que ayuda a jóvenes afroamericanos. En una de sus reuniones, sentados en círculo en una gran sala, Obama compartió con los adolescentes algunas de sus frustraciones al haber crecido, como ellos, sin la referencia de una figura paterna cercana. Él también descuidó los trabajos del instituto. Él también sintió la ira de estar solo. Al terminar de hablar en una de esas sesiones, el joven sentado a su lado le preguntó: “Señor presidente, ¿está hablando de usted?”.

Obama, que ha vuelto a reunirse con los jóvenes en varias ocasiones, recordó la anécdota este jueves durante la presentación de la iniciativa ‘El cuidador de mi hermano’ (My Brother’s Keeper). El proyecto aspira a resolver las altas tasas de abandono escolar entre los jóvenes afroamericanos, contribuir a su integración en las comunidades en las que viven y trasladarles el mensaje de que, igual que el presidente, ellos también pueden llegar lejos.

“Me vi reflejado en estos jóvenes”, afirmó Obama, criado por su madre soltera y sus abuelos. “La única diferencia es que yo crecí en un entorno un poco más indulgente que ellos así que cuando cometí errores las consecuencias no fueron tan graves”.

Los adolescentes afroamericanos estadounidenses tienen seis veces más posibilidades de ser asesinados que los adolescentes blancos y representan la mitad de las víctimas de asesinato, cada año, en todo el país. Uno de cada dos, además, vive en un hogar sin figura paterna. En el caso de los hispanos, la proporción es de uno de cada cuatro, como reiteró el presidente, rodeado de jóvenes de Chicago, en la Sala Este de la Casa Blanca.

“Lo peor de todo es que nos hemos vuelto insensibles a estas cifras”, dijo Obama. “Y este es un asunto tan importante como cualquier otro de los que me ocupan”. El presidente aseguró que la misma razón por la que apostó por la Casa Blanca es la que rige uno de los principios de EE UU, la igualdad de oportunidades, argumento que volvió a defender este jueves como tantas otras veces a lo largo de su mandato. “La noción de que seas quien seas, independientemente de dónde hayas nacido o de tus circunstancias, si trabajas duro y eres responsable, puedes llegar donde sueñes”.

Obama añadió sin embargo una dosis de realismo que no siempre acompaña a las reivindicaciones del sueño americano: “hay ciudadanos que sistemáticamente sufren más en nuestra sociedad, que siempre tienen la suerte en contra, que requieren soluciones únicas para problemas únicos; comunidades que, generación tras generación, han tenido menos oportunidades”. Según el presidente, “se mida como se mida, el grupo que se enfrenta a los desafíos más complejos en el siglo XXI son los jóvenes afroamericanos”.

En el pasado discurso sobre el estado de la Unión, Obama se refirió a los adolescentes de minorías raciales y afectados por la pobreza para recordar a los estadounidenses que “hay muchos jóvenes ahí fuera que necesitan ayuda”, pero sólo reciben mensajes negativos por parte de la sociedad. “¿Hay algo más que podamos hacer para que tengan la sensación de que el país se preocupa por ellos y les valora y está dispuesto a invertir en su futuro?”.

Con tono pausado y más cerca de la reflexión personal que de un discurso presidencial, Obama recuperó ese argumento esta tarde, invitando por igual a los jóvenes a asumir la responsabilidad de su propio futuro y a la sociedad estadounidense a asegurarse que los adolescentes afroamericanos no quedan atrás.

“Sabemos que durante los tres primeros años de vida, un niño que crezca en un hogar sin recursos escucha 30 millones de palabras menos que uno que nazca en una familia con más medios”, explicó el mandatario. “30 millones es un déficit difícil de recuperar. Y si un niño negro o hispano no está listo para la guardería, tiene la mitad de posibilidades de terminar la escuela primaria con la preparación adecuada”.

Durante su presidencia, Obama ha recibido numerosas críticas por no hacer lo suficiente para ayudar a la comunidad afroamericana, una de las más afectadas por las consecuencias de la crisis económica. Al mismo tiempo, ha evitado identificarse expresamente con su raza. Sólo rompería la regla que suscribió desde la campaña electoral de 2008, por primera vez, hace ahora dos años, tras la muerte del joven Trayvon Martin por el disparo de un vigilante en Florida. “Martin podía haber sido yo hace 35 años”, dijo entonces.

Este jueves, en presencia de los padres de Martin, el mandatario reiteró su preocupación por las circunstancias que afectan a los adolescentes afroamericanos y las consecuencias que tiene a lo largo de sus vidas. El presidente recordó que el 86% de los niños negros de 10 años y el 82% de sus compañeros hispanos leen por debajo del nivel adecuado para su edad, en comparación con un 58% de los blancos.

La iniciativa, impulsada gracias a la inversión privada de cerca de 200 millones de dólares, cuenta con el respaldo de líderes como el exsecretario de Estado Colin Powell, el alcalde de Chicago y exjefe de gabinete de Obama, Rahm Emanuel, el exalcalde de Nueva York y empresario Michael Bloomberg o el senador Cory Booker, todos ellos presentes esta tarde en la Casa Blanca.

About this publication