Obama Requests Help in Solving the Issue of Unaccompanied Children

<--

Obama pide ayuda por el drama de los chicos solos

Reclamó a los presidentes de Honduras, Guatemala y El Salvador un trabajo conjunto para combatir la crisis

WASHINGTON.- A medio camino entre la voluntad y el acotado margen político para ofrecer algo concreto, el presidente norteamericano, Barack Obama, advirtió ayer que los chicos migrantes que no califiquen para quedarse serán “devueltos” a sus países de origen, si bien ofreció “colaboración” a los países centroamericanos de los que proceden para afrontar la crisis de modo “conjunto”.

El doble mensaje fue el corolario de una inédita reunión con los presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, en la que el líder demócrata consiguió revertir las objeciones iniciales para culminar con un tibio apoyo y el “compromiso” de trabajar juntos para impedir el tráfico de menores.

“Expresamos nuestro compromiso para trabajar juntos con un espíritu de responsabilidad compartida para resolver las causas subyacentes de la migración”, dijo, al término de una deliberación de más de dos horas.

La idea de trabajar para “reducir la actividad criminal y promover una mayor oportunidad social y económica”, que impulsa a los menores a una emigración desesperada sonó, sin embargo, demasiado ambigua para muchos.

No fue un encuentro de pompa diplomática ni un momento fácil para Obama, que recibió a los tres mandatarios al mismo tiempo en que presionaba al Congreso para que apruebe el paquete de ayuda por 3700 millones de dólares que le pidió para atender la emergencia.

El proyecto sigue estancado, ante la resistencia republicana, y con riesgo de no encontrar salida antes de que el Capitolio entre en receso por el verano, la semana entrante.

“Los menores que no califiquen para quedarse en Estados Unidos serán repatriados”, dijo el mandatario, al término de su encuentro con los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de Honduras, Juan Orlando Hernández.

El objetivo de la Casa Blanca es frenar cuanto antes el tráfico de menores no acompañados que llegan desde esos tres países. El hecho de que no hayan sido repatriados en forma inmediata generó el colapso de los albergues y refugios, y puso a la administración Obama en un brete, expuesta a la crítica republicana.

La Casa Blanca ha pedido a los tres países centroamericanos que frenen ese tráfico y que se comprometan en una tarea conjunta. Pero, antes de empezar el encuentro, sus gobiernos habían expresado cierta decepción por la falta de ayuda para combatir la violencia internacional. “Los planes que se hicieron al respecto no se cumplieron en su totalidad”, dejó entrever Pérez Molina. Aludió especialmente a un programa de desarrollo regional para América Central (Carsi, por sus siglas en inglés).

“Hasta ahora, esa promesa quedó en poco menos que una burla”, había dicho, a su vez, el hondureño Hernández.

De algún modo, Obama presionó para revertir esa resistencia y arrancar el compromiso conjunto. “Nos vamos satisfechos”, terminó por aceptar Pérez Molina. “Estamos estudiando la posibilidad de una mayor ayuda financiera, pero, en ese caso, debe quedar clara la responsabilidad de los gobiernos”, deslizó a su vez el senador demócrata y presidente del Comité de Relaciones Exteriores, Robert Menéndez.

PLAN PRELIMINAR

En forma paralela, funcionarios de la administración demócrata abrieron una ventana con la promesa de un plan para aceptar como “refugiados” a menores que, desde sus países de origen, califiquen para ese pedido de ayuda.

No es una ventana muy amplia. “Se trata de un programa piloto y, en primera instancia, reducido”, dijeron los mismos funcionarios a corresponsales extranjeros, entre ellos, de LA NACION.

De hecho, los presidentes visitantes no parecían estar muy al tanto de sus alcances antes de llegar al Despacho Oval.

El encuentro cara a cara con los tres presidentes fue el corolario de un esfuerzo diplomático que se viene realizando desde hace meses. En él también se involucró, aunque por separado, al mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto.

UN PRESIDENTE A LA DEFENSIVA

Barack Obama, Presidente de EE.UU.

La crisis de los “chicos migrantes” se convirtió en materia de reproche de los republicanos, con una escalada que puso a Obama a la defensiva..

About this publication