The ‘Obama Doctrine’ at Foggy Bottom

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Los ministerios de relaciones exteriores suelen tener un sobrenombre por el que son conocidos, por ejemplo, La Casa Amarilla en Caracas, El Palacio de San Carlos en Bogotá o Itamaraty en Brasil, son nombres clásicos. En América Latina, se habla más de la política de la Casa Blanca, que de “FoggyBottom” que es la zona del oeste de Washington que aloja la sede principal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, y que se usa como sobrenombre del Departamento de Estado.

Esta semana, en La Casa Blanca y el Departamento de Estado de EE.UU. lograron transformar, quizás, los dos mas grandes expedientes conflictivos de la diplomacia de ese país: las relaciones con Cuba y el expediente nuclear con Irán. Veamos ambos temas.

Desde la ruptura de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos en 1961, las relaciones entre estos dos países han sido un expediente complejo e irritante para la diplomacia hemisférica. Sin embargo, en la amplia cobertura de prensa a la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana, poco se comenta que desde la Administración de Jimmy Carter, ambos países tenían oficinas de intereses, eufemismo para no darle carácter político y diplomático al funcionamiento de esas embajadas en los dos países. En cada oficina había un Jefe de Oficina, con rango de embajador, con todas las inmunidades y privilegios de un embajador. Las únicas diferencias eran que no podían asistir a reuniones oficiales del estado y que sus movimientos en los países requerían la autorización previa del gobierno sede. De resto las relacione eran mas o menos fluidas y ambos países respetaban con celo esas obligaciones. Sin embargo, el simbolismo de la reanudación de relaciones, es un paso fundamental para la normalización de las relaciones entre ambos países, pero también en todo un continente, que encontró en esa ruptura, una metáfora de muchos otros problemas, quizás mucho más complejos.

El otro tema que ha visto transformar su relación con los Estados Unidos es Irán., aunque las relaciones diplomáticas siguen rotas entre estos dos países, desde 1979. A diferencia de las relaciones con Cuba, no existe ninguna oficina de intereses. En ambos casos, las Embajadas de Suiza y Pakistán, tienen oficinas de intereses dentro sus propias legaciones diplomáticas, la primera para los Estados Unidos y la última para Irán. Pero aunque toda la tensión entre estos países siga, encauzar el principal tema de preocupación de Estados Unidos y occidente, como es el programa nuclear, ha sido un gran éxito diplomático. Incluso, el Presidente Obama dejó claro, que este era el fruto de la negociación de la diplomacia.

En ambos procesos se usaron muchos elementos en común, lo que algunos han referido como la Doctrina Obama de negociación, paciencia y firmeza en las posiciones, dejando a un lado las posiciones ideológicas, moviéndose a un pragmatismo basado en la diplomacia profesional, no en la presidencial, que había sido el denominador común de muchas décadas de política exterior de EE.UU.

Estos dos acuerdos, han hecho que esta semana el mundo viva un poquito, pero solo un poquito mas tranquilo. Dos importantes factores de tensión mundial han movido sus posiciones a la cooperación y a la supervisión internacional. Usar a Irán o Cuba como formas de golpear a los Estados Unidos, ya no será tan fácil. Y eso, tendrá impacto en nuestra casa y en nuestro vecindario.

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