More Clarity, More Friendship

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Más claridad, más amistad

No resulta común que el embajador de Estados Unidos se reúna durante tres horas con el procurador general de la República, aun cuando se diga que ese encuentro fue para promover el fortalecimiento de las relaciones de ambos países en la lucha contra el crimen.

Una sociedad medianamente institucionalizada requeriría que el procurador Francisco Domínguez Brito ofreciera una explicación más detallada sobre su prolongada conversación con el embajador James Brewster, toda vez que se admite que la del influyente diplomático no fue visita de cortesía.

La de ayer fue la tercera visita oficial u oficiosa que dispensa el embajador estadounidense al procurador general, en todas las cuales el tema ha sido el respaldo que ofrece ese diplomático a la política anticorrupción que encamina el Ministerio Público.

En el primer encuentro, el embajador Brewster se mostró escandalizado por el incremento en República Dominicana del crimen organizado, la violencia doméstica y de género y en su segunda reunión ofreció un espaldarazo al funcionario en su iniciativa de perseguir a supuestos implicados en prevaricación.

Siempre debe alentarse la cooperación entre dos países en causas comunes como la prevención, persecución y castigo contra crímenes y delitos como narcotráfico, lavado de dinero, peculado, trata de blanca y terrorismo, pero debe señalarse que en el ambiente diplomático se requiere guardar formalidades.

Brewster ha ofrecido suficiente demostración de que su gestión se caracteriza por una agenda singular que en muchos aspectos colisiona con la que impulsa o promueve el Estado dominicano, especialmente en lo relacionado con controversiales legislaciones ya legalizadas por la Corte Suprema de Estados Unidos.

El procurador general ha de estar advertido de que no debería excederse en acordar o compartir iniciativas o agendas con un embajador o representante extranjero, sin tomar las providencias de lugar para que lo pactado no invada delicado terreno de la soberanía nacional o colisione con el quehacer de la cancillería de la República.

Por lo pronto, el procurador Domínguez Brito debería referirse con más detalles a las razones, circunstancias y desenlace de una repetida reunión, esta vez por tres horas, con el embajador de Estados Unidos. Mientras más claridad, más amistad.

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