The Stampede Rages over Debt and the Recessive Climate

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La estampida ruge por la deuda y el clima recesivo

Es el momento de leer a Rudyard Kipling y conservar la cabeza cuando todos la pierden

Los inversores ignoraron la rebaja de la calificación de la deuda estadounidense formulada por Standard & Poor’s y, en medio del colapso de las bolsas mundiales, trataron de refugiarse en lo que perciben como activos seguros, entre ellos los bonos de EEUU. El oro superó el máximo histórico de US$ 1.700 y subió el dólar a nivel global, mientras el índice de pánico VIX creció el lunes casi 36%.

Se pueden identificar dos grandes grupos en cuanto a las causas de la actual incertidumbre global: uno está vinculado a la deuda y el déficit de los países desarrollados y otro al problema del crecimiento.

La decisión de S&P, que no fue acompañada por su colega Moody’s, evaluó el nivel de sostenibilidad del pasivo en manos del público sobre el Producto Bruto Interno, que hoy está en el entorno de 66% y la calificadora proyecta en 75% para fin de año.

¿Alguna autocrítica de una empresa que permitió la mezcla de productos AAA con créditos basura en 2008 en los Collaterallized Debt Obligations (CDO)?

Standard & Poors degradó ahora la nota de la deuda estadounidense desde AAA a AA+ en una resolución que parece un manifiesto político contra el relacionamiento de los partidos. También urge a ese país a subir los impuestos, algo que los republicanos y el ultra liberal Tea Party rechazan de plano. Pese a la mala noticia, los inversores corrieron a comprar deuda de EEUU, algo que derrumbó la tasa del bono a 10 años. Para el mercado, los papeles de EEUU siguen siendo los más seguros del mundo. Los bonos uruguayos sintieron la presión del fly to quality y operaron a la baja.

En Europa, a su vez, el Banco Central Europeo anunció que comprará todos los bonos italianos y españoles que sean necesarios para evitar un fantasma de default que se cierne sobre Grecia. Al menos por ahora eso tranquilizó a los bonistas, pero es difícil saber si tendrá un efecto duradero. Como contrapartida, las acciones, cuyo valor depende del desempeño de la economía y las empresas, cayeron en picada por el temor a una recesión mundial. Los indicadores sobre el crecimiento económico son malos en EEUU (1,3% en el primer semestre) y en la mayoría de la eurozona a excepción de Alemania. La lectura es que hay desconfianza sobre la recuperación y, más bien, los inversores temen una recesión. El precio de los commodities bajó pero nada en niveles dramáticos. Mientras, el dólar subió en la mayoría de los emergentes, incluido Uruguay.

La manada hace temblar la tierra y todo se viene al suelo. Como dice Rudyard Kipling, en su poema If, es momento de conservar la cabeza cuando todos la pierden.