US Says Cuba Is Not a Terrorist State

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Se terminó una de las injusticias políticas más grandes del mundo y fue ayer: sobre las 13. 43 nos enteramos de que Cuba era eliminada de una lista que incluía a países que apoyan el terrorismo.

El secretario de Estado, John Kerry, decidió retirar a Cuba de la lista negra tras concluir que este país “no ha proporcionado ningún tipo de apoyo al terrorismo internacional durante los seis meses previos” y que ha dado “garantías de que no apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro”, dijo Jeff Rathke, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado.

En diciembre de 2014, el demócrata Obama pidió a Kerry que revisase la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo. El 8 de abril de 2015, Kerry recomendó a Obama retirar a Cuba de la lista. El 14 de abril, tres días después de su primera reunión cara a cara con Castro, en Panamá, Obama envió al Congreso un informe con los motivos de la decisión.

Para frenarla, el Congreso tendría que haber adoptado una ley alternativa. Pese a la mayoría republicana en ambas cámaras, esta vía era improbable. Pasado el plazo prescriptivo de 45 días, la decisión se hace efectiva.

La decisión fue un paso trascendente en la normalización de las relaciones entre ambos países, iniciada el pasado diciembre por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.

Cuba figuraba en la lista desde 1982. En plena Guerra Fría, la Administración Reagan la incluyó por presuntos apoyos a grupos insurgentes en América Latina. Uno de los argumentos que el Departamento de Estado esgrimió en aquellos años para mantener a Cuba fue que la isla socialista cobijaba a miembros de ETA, de las FARC colombianas y a fugitivos de la Justicia estadounidense.

Hoy, desde distintos rincones del mundo, se entiende que la retirada de la lista es un paso más en un proceso pleno de entendimientos -por cierto lento y ordenado- que viene siendo confirmado día a día.

El próximo paso en la actual etapa de reconciliación y de entendimiento será la reapertura de las embajadas de ambos países, para poner fin al corte de las relaciones diplomáticas que se produjo en 1961.

De confirmarse la reapertura de las embajadas, analistas de los dos países involucrados aseguran que se abrirá una etapa de entendimiento comercial entre EEUU y Cuba.

Se puede afirmar que Estados Unidos, al revisar su política de agresión hacia Cuba, va a estar generando la posibilidad de un nuevo relacionamiento entre los pueblos del continente americano.

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