México dijo no al tercer país seguro
Con 15 días de anticipación, el Senado y la cancillería respondieron con una negativa a la petición de Donald Trump
Sin tanto ruido, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Senado de la República lograron un importante acuerdo el pasado 22 de agosto: dijeron no a la posibilidad de convertir a México en “tercer país seguro”.
Lo hicieron 15 días antes de la fecha establecida por el gobierno de Donald Trump para reanudar conversaciones y revisar los resultados de la política migratoria de nuestro gobierno, establecida hace unos meses para enfrentar la crisis derivada de las caravanas de centroamericanos.
Hasta ayer por la noche, no se tenía información oficial sobre si hubo o no una respuesta de Washington, pero de este lado de la frontera nuestras autoridades piensan y sienten que a la administración Trump no le agradó en absoluto el cierre de filas de la cancillería y el Poder Legislativo mexicanos.
No le gustó porque cancelan de facto la posibilidad de que el territorio mexicano se convierta en un refugio permanente para indocumentados provenientes de cualquier país del mundo, sobre todo de Centroamérica.
Ya está cantado el tiro. Y si no les gusta, vamos a ver de a cómo nos toca, me dijo un alto funcionario federal.
El lunes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó a su vez que el próximo 10 de septiembre habrá un encuentro entre autoridades de EU y México para analizar el tema migratorio.
Y aseguró que su gobierno está cumpliendo en tiempo y forma con el compromiso adquirido para ordenar la migración en nuestro país.
Con esta declaración y el acuerdo entre el Senado y la SRE, nos adelanta cómo viene la cosa para el 5 de septiembre, que fue la fecha del ultimátum que Trump impuso para que México “ordenara” el paso de migrantes a cambio de no enfrentar la imposición de aranceles a todas sus exportaciones.
No sólo eso, de cara al Primer Informe de Gobierno, el próximo 1 de septiembre, la 4T venderá todo esto como un gran logro.
Y no es para menos, porque haya sido con haya sido, la política exterior es uno de los pocos rubros en los que la administración de AMLO ha salido medianamente bien librada.
Con sus bemoles, frenó el éxodo de migrantes a EU. Por ejemplo, en el mes de mayo se registró el paso de 144 mil indocumentados a territorio estadounidense, una cifra histórica y escandalosa.
Para el mes de agosto bajaron a 70 mil, es decir, a poco menos de la mitad. Lo que significa que algo hicieron bien.
Eso, junto con los acuerdos alcanzados con otros países y el freno a la crisis del cuerpo diplomático doméstico, dejan bien parado al responsable de la política exterior mexicana, Marcelo Ebrard. Sólo falta conocer la respuesta de EU al “no” de México a ser tercer país seguro.
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.