James D. Vance, 39 años, vicepresidente electo de los Estados Unidos y ¿quién sabe en el futuro?, escribe en «Hillbilly, una elegía rural» novela autobiográfica: «Nunca empieces una pelea; termina siempre una pelea si la empieza otro y, aunque nunca inicies una pelea, quizá no pasa nada por empezar una si un hombre insulta a tu familia».
Hijo de una madre con problemas de droga abandonada por su marido, se crio con su abuela en la América profunda, blanca y pobre –ignota en buena parte de Europa–, que le dio ese consejo. Es la América que ha devuelto a Trump a la Casa Blanca. Apoyado por megaricos como Elon Musk y otros que se harán todavía más ricos, los votos decisivos proceden de esos Estados Unidos que no salen en las películas, como Ruts Belt, Middletown (Ohio), donde creció Vance.
Hillbilly, hay traducción castellana en Deusto y también una película, dirigida por John Howard, fiel a la novela pero con menos matices, describe el mundo los blancos que viven en la zona de los Apalaches, la cadena montañosa que recorre Estados Unidos de norte a sur, que incluye varios de los estados clave en el triunfo de Trump. «Hillbilly», aunque hay otras traducciones, significa «paleto», en su sentido más amplio, aplicado a los blancos que viven en los territorios en los se crio y creció el nuevo vicepresidente Vance, con fama de cínico, que ahora encarna el sueño americano «de la nada a casi todo».
Hillbilly retrata las vidas de «millones de americanos blancos de clase trabajadora que no tienen un título universitario». «Una gente –escribe Vance– para la que la pobreza es una tradición familiar: sus antepasados fueron jornaleros en la economía esclavista del Sur, después aparceros, luego mineros del carbón y en tiempos más recientes, maquinistas y empleados de acerías». Ahora muchos están desempleados, malviven y para algunos son «basura blanca», pero votan –han votado– sobre todo en los Estados que han decidido la presidencia y Trump, por poco que le importen y los defraude, ha logrado ganarse su apoyo.
Hay más cosas que explicarían la victoria de Trump, incluidos los errores de los demócratas, pero sobre todo hay millones de «hillbillys» trumpistas y los Estados Unidos se entienden de otra forma tras leer al electo Vance, ahora con mucha carrera política por delante. ¡Ojo!
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