Behind The Tibetan Curtain

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Detrás del telón tibetano

Fecha Jueves, 3 de Abril del 2008 / 7:00:00

Tema Opinion

“Hombre de paz” llamó Estados Unidos al líder espiritual tibetano, el Dalai Lama. “No hay absolutamente nada que indique que él quisiera otra cosa que entablar un diálogo con China para tratar de resolver alguno de los asuntos importantes en Tibet”, añadió el portavoz adjunto del departamento de Estado, Tom Casey.

Así de sencillo el Norte calificó los disturbios del pasado 14 de marzo, cuando en Lhasa, la capital regional del Tibet, se produjeron violentos disturbios organizados por el grupo del Dalai, como parte de los planes separatista de esa región del Gigante Asiático.

Por mucho que se insista en separar tales acontecimientos de los próximos Juegos Olímpicos de Pekín, resulta imposible no interpretar el hecho como interés marcado de crear una crisis en momentos que la llama olímpica iniciaba su periplo por el mundo:

130 días de recorrido por 137 mil kilómetros.

La intención pacifista del movimiento pro independencia del Tibet cayó en descrédito, cuando la policía china descubrió y descomizò un alijo de armas, municiones, explosivos y cuchillos en el monasterio budista de Geerdeng, en el distrito autónomo de Aba, cercana al Tibet.

Equipos de telecomunicaciones, unas 30 armas personales, 498 balas, cuatro kilogramo de explosivos, armas blancas y banderas del gobierno tibetano en el exilio fueron, concretamente, parte del hallazgo bélico.

La naturaleza de esos acontecimientos, nada casuales, quedan explicada en uno de los párrafos de la segunda parte de las reflexiones del Máximo Líder de la Revolución Cubana tituladas La Victoria china: “En el curso de dos siglos, ni un solo país en el mundo había reconocido el Tibet como nación independiente. Lo consideraban parte integrante de China. En 1950 India lo conceptuaba de esa forma, después del triunfo de la revolución comunista. Inglaterra adoptó la misma conducta. Estados Unidos hasta la Segunda Guerra Mundial lo consideraba parte de China, e incluso presionaba a Inglaterra en ese sentido. Tras la guerra, en cambio, lo vieron como un baluarte religioso contra el comunismo”.

Detrás de la organización del movimiento separatista están los servicios secretos yanquis, y si quedara dudas del hermanamiento el Dalai-Lama, condecorado con la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, alabó a George W. Bush por sus esfuerzos en favor de la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Como manifestó Fidel, China es sensible a las cuestiones de integración de su territorio, y en su legislación proclamó y aplicó el respeto al derecho y a la cultura de 55 minorías étnicas.

Contra esa campaña sucia para boicotearle los juegos, Cuba manifestó su apoyo y, también, volvemos a reiterar nuestra confianza en su victoria.

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