Experto en historia y política estadounidense:
“Esta elección muestra la farsa que es la democracia en EE.UU.”
Para Thomas Woods, las diferencias entre los candidatos presidenciales son aparentes y no hay verdaderas alternativas.
Carolina Álvarez Peñafiel
Los tres aspirantes a la Casa Blanca son clones. Sea quien sea el triunfador de las presidenciales de noviembre en EE.UU., las cosas no cambiarán demasiado ni en política exterior, ni en economía, ni en la política interna, asegura Thomas Woods, experto en historia y política estadounidense. Sus opiniones son provocativas, y categóricas. Para él las invocadas diferencias y desacuerdos entre el republicano John McCain y los demócratas Barack Obama y Hillary Clinton no son más que apariencias.
El análisis puede sonar un poco extremo, y muy polémico. Pero Woods -que se declara conservador y votante republicano- alega que las alternativas que hoy tienen los estadounidenses, no son reales opciones. Los tres son candidatos que pertenecen a la clase política dirigente que en términos generales, no quieren hacer mayores cambios a la economía, el aborto, el sistema de impuestos, ni la presencia militar en el exterior.
Woods, autor de varios libros sobre historia de EE.UU., reclama que Obama aparece como el candidato antiguerra, pero además de prometer sacar las tropas de Irak -algo de lo que tampoco tiene certeza, apunta- no tiene intenciones de retirar los contingentes que hay en unos 130 países. Mientras que Hillary y McCain votaron a favor de la invasión a Irak, pese a la débil inteligencia que se presentó en el Congreso sobre las supuestas e inexistentes armas de destrucción masiva del ex dictador Saddam Hussein.
“¿Dónde está la decisión de los votantes en esta elección? Supuestamente EE.UU. es la gran democracia en el mundo, pero los candidatos son clones unos de otros. No hay una verdadera posibilidad de elección”, dijo Woods a “El Mercurio” en una entrevista durante su visita a Chile para realizar unas charlas en la Universidad Gabriela Mistral.
“Esta elección muestra el tipo de farsa, de estafa que es la democracia estadounidense. Y que este régimen se atreva a presumir y a dar clases al resto del mundo sobre cómo sus países deben ser manejados es la guinda de la torta”, añadió Woods, académico del Ludwig von Mises Institute, en Alabama.
Mientras que la falta de un debate sobre los llamados “temas valóricos” como el aborto o los derechos de los homosexuales, se debería a un desencanto de una parte de la sociedad que cree que nada puede cambiar.
La derecha religiosa, que defiende estos temas y que tuvo un rol decidor en las elecciones de 2000 y 2004 apoyando a George W. Bush, parece estar en retirada. Según Woods, este sector se vio debilitado por su apoyo a la guerra.
“Parece extraño que la derecha religiosa esté tan preocupada por las células madre y el aborto, pero cuando se trata de la guerra, nunca es suficiente. Nunca escuchas a la derecha religiosa decir esto es un problema moral. (…) Desafortunadamente en EE.UU. existe esta visión de que si respaldas la guerra eres conservador y si te opones eres liberal. Eso no es cierto. Los conservadores tradicionales desconfiaban de la guerra porque la guerra es algo impredecible. Un conservador quiere estabilidad, la guerra trae inestabilidad. Y también era un problema moral, eran los conservadores los que estaban en contra de lanzar la bomba atómica contra los japoneses. Porque moralmente no puedes atacar niños y mujeres de esa forma”, sentenció.
La Iglesia en segundo plano
Thomas Woods es también un conocido autor sobre catolicismo y asegura que en EE.UU. los fieles están desorientados tras el escándalo de pederastia por parte de sacerdotes. Según Woods, Benedicto XVI necesita levantar los pedazos de una Iglesia que no ha sido gobernada en más de un cuarto de siglo y debe aplicar presión a sus obispos y feligreses.
Autor del libro “Cómo la Iglesia Construyó la Civilización Occidental”, Woods añade que la Iglesia solía contribuir más a la civilización de lo que actualmente hace. “A los católicos se les ha dicho que no debiéramos ser triunfalistas ni enfocarnos en ser la única Iglesia, el faro de la verdad en el mundo. En lugar de eso nos dicen que no debemos tratar de sermonearlos, debiéramos tener nuestro rol y otra gente debiera tener su propio rol, eso es una falta de confianza. La Iglesia se ha ido a un plano secundario, por opción propia”, sentencia.
LIBROS
“The Politically Incorrect Guide to American History”, 2004
“How the Catholic Church Built Western Civilization”, 2005
“33 Questions About American History You’re Not Supposed to Ask”, 2007
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