The United States Wants to Dream

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Tras el costoso reconocimiento de que la senadora Clinton ha perdido las primarias, llega el momento de analizar qué paso, cómo quien salió con cuerpos de ventaja perdió ante un joven desconocido que apenas lleva en el Senado dos años, de los que ha dedicado la mayor parte del tiempo a la campaña presidencial. Uno de los asesores de Obama lo ha explicado con meridiana claridad. Clinton planteó su discurso desde la profesionalidad, analizando problemas concretos y proponiendo alternativas. Por el contrario Obama se dirigió al corazón de la gente, dio alas a sus ilusiones, les hizo creer que otra América es posible. Los americanos quieren soñar y el realismo de Clinton no les satisface.

Obama tiene una indiscutible capacidad oratoria y no tiene ningún inconveniente en decir a cada cual aquello que quiere escuchar. Lo suyo no son los escrúpulos. Es consciente de que la sociedad norteamericana está cansada de las distintas campañas militares y del intenso debate ideológico de estos últimos años y cree que puede seducirla con su discurso emotivo, rompiendo las barreras que han dividido a republicanos y demócratas.

McCain tiene ante sí un reto complejo. No está claro que los conservadores le voten en bloque. Su realismo antropológico va en contra de la corriente y su oratoria es manifiestamente mejorable. A su favor tiene el rechazo a Obama de determinados sectores demócratas, como obreros, agricultores y ancianos, que no acaban de creer en el senador por Illinois.

Pero la clave estará en su capacidad para acabar con el encantamiento, forzando a la gente a analizar las propuestas concretas de Obama y, sobre todo, su problemática biografía. Hasta el momento su formidable carisma se sobrepone a hechos preocupantes que a cualquier otro ya le habrían costado la carrera. Sus meteduras de pata -propuso atacar Pakistán, hizo referencia a Afganistán como país de lengua árabe…- son continuas y ponen de manifiesto su inexperiencia.

Estados Unidos quiere cambiar y tiene ante sí a un hombre joven y elocuente que le asegura que es posible.

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