La Basílica de Guadalupe se convierte en búnker en la visita de John McCain
Por: Mariana Viayra Ramírez | Nacional
Viernes 4 de Julio de 2008 | Hora de publicación: 06:01
seguridad. John McCain (izq.) durante su visita a la Basílica de Guadalupe es acompañado por monseñor Diego Monroy.Foto:Nicolás Tavira
Ayer por la mañana en la Basílica de Guadalupe eran más los policías federales, los agentes del Servicio Secreto y reporteros, que feligreses porque el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, John McCain, visitó el recinto guadalupano.
Por un momento la casa de Dios se convirtió en la casa de McCain, porque se le impidió el paso a los feligreses y a los reporteros nacionales, una vez que el aspirante dio un paseo por la explanada principal del templo; incluso un agente desalojó a un anciano con muletas que pedía limosna a las puertas de la Basílica.
“Este me gusta, pero para mí que va a ganar el negrito”, fue uno de los comentarios que despertó John McCain en su visita a la Basílica de Guadalupe, donde el aspirante de religión protestante se encomendó a la Morenita del Tepeyac, a quien le dejó un mensaje escrito y un ramo de rosas blancas.
Ataviado en un traje sastre azul marino, McCain llegó al recinto guadalupano en punto de las 7:55 de la mañana acompañado por su esposa Cindy McCain, el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, y de Jeb Bush, ex gobernador de Florida y hermano del presidente George W. Bush.
Bajo fuertes medidas de seguridad dentro y fuera del recinto, el senador con licencia fue recibido por el rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy, quien llevó a McCain frente a la Virgen de Guadalupe al tiempo que le decía: “esta es la Madre de Dios”.
Mientras el republicano escuchaba con interés la traducción de lo que le explicaba Monroy sobre la Morenita del Tepeyac, el rector rodeó con sus manos la cabeza del veterano de guerra para darle la bendición, lo mismo hizo con la esposa del aspirante, Cindy McCain.
Posteriormente en entrevista, Diego Monroy aseguró que McCain estuvo muy emocionado de ver a la Virgen de Guadalupe, incluso dijo que: “casi llora cuando oré por él (…) su esposa oró por los del ejército, no sólo por estadounidenses sino por los mexicanos”.
Después de encomendar a McCain a la Virgen de Guadalupe, Diego Monroy pidió la foto del recuerdo y apresurado con señas llamó al fotógrafo de comunicación social de la Basílica para que captara el momento mientras invitaba a John McCain, a su esposa y a Tony Garza a posar.
Durante la visita del candidato no se interrumpió la misa de las 7:30, pero había muy pocos feligreses.El rector reconoció que las autoridades de la Basílica fueron rebasadas en cuestión de seguridad por los agentes federales y del Servicio Secreto, quienes con armas largas y chalecos antibalas vigilaban celosamente cada paso del aspirante desde una camioneta negra blindada.
El paseo mañanero por la explanada de la Basílica fue irrumpido por un muchacho, quien desde una valla, a unos 10 metros del candidato, con voz desgarrada y potente le gritó a McCain: “Con la fe del pueblo no se juega (…) cerdo imperialista”.
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