U.S. Reservations About Chavez's Change of Tone

<--

Estados Unidos tiene reservas ante viraje de presidente de Venezuela, Hugo Chávez

En días recientes, el mandatario llamó a la guerrilla de las Farc al desarme y prometido más colaboración en la lucha contra las drogas.

Con una alta dosis de reserva y escepticismo interpretó Estados Unidos el aparente ‘viraje’ del presidente venezolano Hugo Chávez, que en días recientes llamó al desarme de las Farc y prometió más colaboración en la lucha contra las drogas.

Eso, al menos, fue lo que pareció indicar una audiencia organizada ayer por el Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara, en el que testigo principal fue Thomas Shannon, encargado de esta misma área geográfica en el departamento de Estado.

”Por primera vez en muchos años Venezuela ha expresado su disposición a explorar una mejoría en las relaciones con E.U.”, indicó el alto funcionario, que agregó que “Chávez recordó con cariño cuando podía reunirse con el embajador estadounidense para tratar asuntos bilaterales”.

Según Shannon, no hay duda que el cambio de Chávez está “guiado por las circunstancias”, entre ellas el desprestigio internacional que siguió a las revelaciones del computador del guerrillero de las Farc Raúl Reyes -en las que aparecen supuestos nexos con el grupo insurgente- y su incapacidad de aprobar reformas constitucionales y la inminencia de las elecciones de alcaldes y gobernadores, donde podría, según las encuestas, perder gran parte de su control territorial.

”Chávez es un político astuto y está en un momento difícil. Reconoce que tiene que consolidar su poder interno y proteger el internacional. Por eso está tendiendo la mano”, dijo Shannon, que normalmente suele ser muy diplomático en sus intervenciones pero que en esta ocasión sorprendió por sus fuertes comentarios.

El subsecretario predijo, además, que Chávez -al que describió como “un tipo muy ambicioso” seguirá intentando perpetuarse en el poder, aunque de momento tenga cerrada las vías constitucionales. 

Pese a todo, el funcionario dejó la puerta abierta al otorgarle a Chávez el beneficio de la duda. “La relación con Venezuela, afirmó, es muy importante para nosotros. Por eso hay que esperar a ver si es serio (en sus ofrecimientos). Pronto lo sabremos”. 

Como muestra de sus buenas intenciones, Washington enviará el lunes al coordinador especial del Departamento de Estado para Venezuela, David Robinson, a Caracas para “profundizar en la oferta de diálogo de Chávez”.

‘La marea ya pasó’

Shannon, incluso, se atrevió a decir que la influencia regional de Chávez había comenzado a estancarse y que pronto otros países como Brasil comenzarían a desplazarlo en las exportaciones de petróleo, en gran parte, la fuente de su poder. “Su influencia no desaparecerá, pero la marea ya pasó”, ofreció el funcionario a manera de opinión.

Pero en Caracas el tono era cualquier cosa menos conciliador. El canciller venezolano, Nicolás Maduro, rechazó enérgicamente las declaraciones de Shannon, por representar, según dijo, “la tragedia política de la política internacional de E.U.”. 

En una charla con medios de comunicación, maduro dijo: “No aceptamos ser revisados por ningún Congreso, y menos por el de los E.U. No puede ser que el sistema imperial con sus instituciones y sus leyes pretenda legislar e imponer sus decisiones al mundo”.

Para Maduro, la normalización de las relaciones entre Washington y Caracas pasa porque “los E.U. estén dispuestos a sentarse en una mesa de igual a igual, de tú a tú”.

”(Entonces) nosotros nos sentaremos a conversar todos los temas que haya que conversar sin hipocresías”, dijo. No obstante, instó a los E.U. a que “traten de descubrir qué está pasando en nuestro continente, y acepten que perdieron su capacidad de dominación sobre nuestro país y sobre nuestra región”.

En la audiencia de Washington hubo mucho interés, tanto de republicanos como demócratas, por saber si Venezuela será incluida o no en la lista de países que patrocinan el terrorismo y que contempla fuertes sanciones comerciales.

Shannon, en cuyo departamento radica en buena medida esa decisión, no quiso precisar el tema, y se limitó a decir que su gobierno está convenido que existen personas cercanas a Chávez que mantienen una relación con las Farc. El funcionario apuntó: “O continúa conspirando contra su vecino, Colombia, o usa su influencia con las Farc para que se llegue a la paz. Eso es lo que tiene que decidir Chávez”.

SERGIO GÓMEZ MASERI*
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON
*Con información de Efe

About this publication