¿Quien representa el verdadero cambio en la campaña presidencial Americana?
Ambos candidato tienen más en común de lo que a sus seguidores les gustaría admitir y los dos han elegido posibles vicepresidentes que los complementan, y serán determinantes en al resultado final.
Gabriel Sánchez Zinny 29 de septiembre de 2008
“Queremos cambiar Washington”, “El cambio ha llegado a Washington”, ambas frases pertenecen a las distintas fórmulas presidenciales en Estados Unidos, que quieren posicionarse como los generadores del cambio con respecto a los últimos 8 años del gobierno del Presidente Bush.
La frase no deja de ser paradójica para ambos partidos. Por el lado de los republicanos, no solo han gobernado los últimos 8 años y 6 con mayoría tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores, sino que el mismo candidato a presidente, el Senador McCain, trabaja en Washington desde 1987 como miembro del Congreso. En el caso de los demócratas, tienen la mayoría en el Congreso desde el 2006 y su candidato a vicepresidente, Joseph Biden, es Senador hace 35 años.
Sin embargo, la historia de ambos candidatos, y la preocupación de la población sobre como se maneja Washington reflejada en todas las encuestas, hace pensar que McCain y Obama producirán cambios con respecto a la forma de hacer política en Estados Unidos. Como señalaba David Broder, influyente analista del Washington Post, “cualquier de los dos candidatos que llegue a la Casa Blanca, tendrá un mandato claro de limpiar Washington del exceso de partidísimo que ha detenido las decisiones en casi todos los temas de relevancia para el país”.
Las convenciones en Denver y en Minnesota fueron un ejercicio espectacular en este sentido, y pronostica como se desarrollará la campaña presidencial en los últimas semanas. Los demócratas se centraron en los temas, en aquellas políticas que tienen que ser transformadas, en aquellos errores de la Administración Bush que ellos corregirían si toman el gobierno. El Senador Obama, un orador extraordinario, pero con menos experiencia política, plantea una y otra vez, con elocuente intelectualidad, las especificidades y detalles que tienen que cambiar en Washington.
Los republicanos màs bien se concentraron en la personalidad de los candidatos, en el carácter, en la capacidad de liderazgo, de interacción con ambos espectros ideológicos. McCain es un héroe de guerra, 5 años prisionero y torturado en Vietnam. Ha demostrado una y otra vez que puede negociar con ambos partidos, ha trabajado con demócratas en la aprobación del presupuesto de defensa, de los jueces y de muchos otros temas.
Ambos candidato tienen mas en común de lo que sus seguidores les gustaría admitir. Sus historias personales son de logros y récords, tanto McCain, como héroe de guerra que rechaza ser liberado si no lo eran también sus compañeros de cautiverio, con una familia de varias generaciones de almirantes navales. Como Obama, que ha quebrado la historia siendo el primer afroamericana nominado presidente de Estados Unidos por uno de los dos partidos principales, y desde sus estudios en Harvard, hasta su llegada al Senado, muestra una historia de ambiciones alcanzadas.
Presentan similitudes también en su falta de experiencia ejecutiva. Ambos son producto del poder legislativo por lo que generan incógnitas con respecto a como traerán ese cambio que predican a una burocracia de mas de 2 millones de empleados y 3 trillones de dólares de presupuesto anual.
Obama tiene una capacidad excepcional de entender y comunicar los cambios de políticas públicas, con profunda conexión con su audiencia. Sin embargo, su capacidad de negociar y trabajar con sus opositores son todavía un misterio. McCain, por el contrario, ha mostrado esta capacidad una y otra vez, yendo innumerables veces contra su propio partido para impulsar reformas. Pero tiene poca capacidad de conectar con el público, un trato con la gente que ha espantado a mas de uno de sus seguidores, y poca preocupación por la política domestica.
Los dos candidatos han elegido posibles vicepresidentes que los complementan, y serán determinantes en al resultado final de la carrera presidencial. Sarah Palin ha “liberado” a McCain de tener que seguir cortejando a las bases mas conservadores de su partido, que han planteado muchos dudas sobre el, y poder salir a buscar a los independientes, donde el siempre se ha sentido más cómodo, y le ha ganado la fama de “Maverick”. El Senador Joe Biden le agrega “experiencia” a Obama, concepto que la población marca como faltante en el perfil del Senador de Illinois, y solidez en política exterior, resaltando la candidatura de McCain como un tercer mandato del Presidente Bush.
Pareciera que las encuestas nacionales seguirán siendo parejas hasta el final de la campaña, volviendo a reasaltar la batalla electoral en aquellos estados que suelen cambiar su humor impredeciblemente a la hora de votar, los “swing states”, como Pennsylvania, Virginia, Ohio, Missouri, Florida, Michigan, New Mexico, que definirán si el próximo presidente de Estados Unidos impulsará un cambio demócrata o republicano.
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