Barack Obamas triumph could have a serious impact on the relations between Colombia and the United States. Both countries would maintain their important alliance, but their relations could fundamentally change.
Alvaro Uribe [President of Colombia] would be the first to feel the changes. Unconditional support from Bushs government was a critical factor for Uribes political success, as without that support Uribe would have lacked a patent for antiterrorism and protection on the subcontinent in face of his political adversaries. The triumph of Obama, who promises a thorough reform of Bushs policies, would bring about a change in the conditions which provided a springboard for Uribes movement. The only change of greater importance is the disappearance of the international economic impulse.
Obamas positions thus far have been marked by his need to appear strong in comparison to John McCain, but hes expected to align himself with the traditional positions of the Democratic Party once in office. Obama has expressed his support for the main issue between the two countries, the Plan Colombia. But in terms of Iraq, Obama proposes a rapid transfer of military responsibility to the Iraqis in order to save lives and decrease the wars costs to the economy. This isolationist tendency can only deteriorate with the approaching fiscal crisis.
Obama preaches a democratic philosophy which views poverty and exclusion as the principal factors generating violence, and expresses preference for diplomacy over military action, which could considerably reduce the military component of Plan Colombia and press for peace negotiations with the FARC [Revolutionary Armed Forces of Colombia]. In face of a predictable unemployment rise in the United States, Obama would feel compelled to maintain his opposition to the free trade agreement and his pressure for improved conditions for unions, in a moment critical for Uribe because of complications on the labor front.
But the destiny of the relations with the U.S. depends fundamentally on whether President Uribe aspires to keep the power for at least 12 years. If Obama reorients American foreign policy towards democratic impulse and human rights defense, one inevitable consequence would be a gradual cooling off in the relations with Bogotá. Even though Pakistan is Americas most important ally in the fight against Al Qaeda, Obama has strongly criticized Bushs support for a Pakistani government lacking respect for democracy.
Its also possible that Obama would reach out to Hugo Chavez through his famous policy of talking to the enemies, as these relations are less difficult than the ones with Iran or Syria. Chavez could take advantage of Obamas need to try his abilities and diplomatic style, and adopt a conciliatory attitude like the one he assumed toward Colombia. However, he should also request that the United States abandon the double standard with which his democratic credentials are measured, in comparison to Uribes.
However, regardless of whether Obamas triumph is convenient to Uribe and his supporters, the key question is whether subsequent changes would be favorable to Colombia. Whether its true that John McCain, wielding a big stick of his hero, Theodore Roosevelt, would be more beneficial than Obama, who wants to apply the Good Neighbor policy, like Franklin Delano Roosevelt.
EL TRIUNFO DE BARACK OBAMA puede tener un impacto grande en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos. Ese país seguirá siendo un aliado importante, pero la relación puede cambiar sustancialmente.
El primero en sentir los cambios sería Álvaro Uribe. El respaldo total del gobierno Bush fue un factor esencial para el éxito político de Uribe, sin el cual éste habría carecido de la patente del antiterrorismo y de la protección dentro del subcontinente frente a sus adversarios políticos. El triunfo de quien promete reformar profundamente las políticas de Bush, es un cambio de las condiciones que permitieron la primavera política del uribismo, sólo superado en importancia por la desaparición del impulso económico internacional.
Las posiciones de Obama en la campaña han estado marcadas por la necesidad de no aparecer débil comparado con John McCain, pero es de esperar que una vez en el gobierno se acerque a las posturas tradicionales del Partido Demócrata. Frente al principal tema entre los dos países, el Plan Colombia, Obama ha expresado apoyo. Pero frente a Irak, Obama plantea trasladar rápidamente la responsabilidad militar a los iraquíes para salvar vidas y detener los costos económicos. Esa tendencia aislacionista sólo puede agravarse con la crisis fiscal que se avecina.
Obama predica la filosofía demócrata de que la pobreza y la exclusión son el principal generador de la violencia, y la preferencia por los métodos políticos sobre los militares, por lo que podría reducir considerablemente el componente militar del Plan Colombia y presionar por negociaciones de paz con las Farc. Ante un previsible aumento del desempleo en Estados Unidos, Obama se vería compelido a mantener su rechazo al tratado de libre comercio y la presión en materia de mejoras sindicales, en un momento crítico para Uribe por la complicación del frente laboral.
Pero el destino de la relación con Estados Unidos depende fundamentalmente de si el presidente Uribe aspira a mantenerse en el poder por mínimo doce años. Si Obama reorienta la política exterior norteamericana hacia el tradicional enfoque de impulso de la democracia y la defensa de los derechos humanos, una consecuencia inevitable sería un enfriamiento paulatino de las relaciones con Bogotá. A pesar de que Pakistán es el aliado más importante de Estados Unidos en la lucha contra Al Queda, Obama ha criticado fuertemente el apoyo de Bush a un gobierno poco respetuoso de la democracia.
También es posible que Obama estrene con Hugo Chávez su tan difundida política de dialogar con los enemigos, por ser ésta una relación menos difícil que la de Irán o Siria. Chávez podría aprovechar la necesidad de Obama de probar sus capacidades y estilo diplomático, adoptando una actitud conciliadora como la que asumió con Colombia, pero reclamando que Estados Unidos abandone el doble estándar con que se le mide a él frente a Uribe en materia de credenciales democráticas.
Pero independientemente de si el triunfo de Obama le conviene al uribismo, la pregunta de fondo es si los cambios que llegarían serían favorables para Colombia. Si es verdad que John McCain armado del big stick de su héroe Theodore Roosevelt sería más beneficioso que Obama, quien dice querer aplicar una política de Buen Vecino como la del otro Roosevelt.
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