La diferencia entre Estados Unidos y España es que la sociedad americana es mayoritariamente de derechas mientras la nuestra lo es de izquierdas. Por lo que el Partido Demócrata y el PP ganan cuando pierden los adversarios. Y da más o menos lo mismo lo que diga la élite periodístico-intelectual que tanto allí como aquí es mayoritariamente igual, pijoprogre.
Al dominio de los pijoprogres se debe el nauseabundo examen al que ha sido sometida la supuesta falta de inteligencia y conocimientos de Sarah Palin. Gentes que jamás salieron mentalmente de Manhattan, la tacharon preventivamente de idiota por no haber salido de Alaska. Supuestos adalides del feminismo babearon con una mujer, Hillary Clinton, que heredó el poder político de su marido y desprecian a quien se ha hecho a sí misma, empezando de cero y sin despachos ovales y becarias de vestidos manchados en su armario.
Intelectuales orgullosos de sus Harvards y de sus Yales han moqueado de emoción con una de las expresiones más idiotas de la historia política, la audacia de la esperanza, porque la repite un tipo de voz y ademanes pomposos capaz de perpetrar dos libros sobre sí mismo sin cumplir los 47. Mientras descalifican como simplezas eslóganes semejantes cuando la autora es de derechas, mujer y de pueblo.
Uno de los ídolos de los pijoprogres, Meryl Streep, ha anunciado que se exiliará a San Sebastián si gana McCain. Será el primer caso de exilio a la tierra de ETA, lo que demuestra que, cuando el sectarismo pijoprogre viaja, tampoco se entera. Están demasiado ocupados burlándose de las mujeres de derechas que cazan osos en Alaska mientras apuran otro whisky en Manhattan.
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