Welcome Mister Obama

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Nunca hasta ahora un presidente de EE.UU. había despertado tales esperanzas de transformación. Gracias a la globalización y a Internet, el «change we need» -el cambio que necesitamos- y el «yes we can» -sí, podemos- se ha contagiado por el planeta de una manera que raya la idolatría. La fe en su poder le llega a atribuir capacidades milagrosas y recuerda, a escala global, a la célebre película de Berlanga «Bienvenido Mister Marshall».

En buena medida por oposición a George Bush, Barack Obama ha logrado adhesiones insospechadas para un presidente de EE.UU., que incluyen a personajes como el líder iraní, Mahmud Ahmadineyad, que ha asegurado que «las oportunidades que Dios brinda son de corta vida», o el mismísimo Hugo Chávez, convencido súbitamente de que «ha llegado la hora de establecer nuevas relaciones» entre los dos países.

Para el caudillo bolivariano, se trata del triunfo del «hombre negro», por lo que la raza indígena del sur le recibe con los brazos abiertos, señala. «Desde ahora le envío señales al hombre negro, desde aquí nosotros que somos raza india, negra, caribeña, suramericana; ojalá se ponga a la altura de lo que está ocurriendo en el mundo y de la esperanza que el mundo tiene».

Las entusiastas reacciones en el continente americano han llegado al extremo de que para el sandinista Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, es «un milagro que Estados Unidos tenga por primera vez en su historia a un presidente negro».

El costarricense Óscar Arias le ha comparado con Kennedy por su «idealismo» y el ecuatoriano RafaelCorrea añade que «luego de años de indiferencia hacia Latinoamérica, el presidente Obama fomentará relaciones más estrechas con todos los países del continente».

Los castristas se alegran

También el régimen castrista ha recibido con alegría la decisión de los norteamericanos, yaque confía en que mejorará sustancialmente la relación con los Estados Unidos y en que alivie el embargo.

Al norte, Stephen Harper, «premier» de Canadá, ya se ha declarado «el mejor amigo» del futuro presidente de los Estados Unidos.

Entre los excesos verbales que se han escuchado estos días, destaca el del libio Muamar el Gadafi asegura que la victoria de Obama en las elecciones del pasado martes «estaba profetizada hace 30 años en el Libro Verde», un texto político de tres volúmenes escrito por él mismo.

La elección de Obama ha tenido un impacto especial en el continente negro, de donde llegó el padre de Obama a los Estados Unidos. Para la Unión Africana, el nuevo presidente de Estados Unidos representa «una gran esperanza» para el continente negro y «para el resto del mundo».

Esperanza de los opositores guineanos

La oposición de Guinea ecuatorial cree que su país alcanzará la democracia gracias a Mr. Obama. Todas la civilizaciones se han aliado en la felicitación unánime al demócrata. En Kenia, tierra de la familia africana del próximo líder norteamericano, el Gobierno de la nación ha decretado fiesta nacional el día de la elección como presidente de Estados Unidos de «su hijo».

La FAO le pide una cumbre que termine de una vez por todas con el hambre. Ya hay quien avisa del chasco que se llevaría quien no viese como el nuevo becerro de oro acaba con las plagas de la crisis económica mundial y las guerras de irak y Afganistan.

En la India, los intocables o «dalit» también han celebrado la victoria de Barack Obama. «Estamos celebrando su victoria. Después de todo, Obama es un “dalit” americano que pertenece a una comunidad minoritaria. Ha hecho realidad los sueños de gente marginada en todo el mundo, no sólo en EEUU», ha dicho el líder del movimiento de los «dalit» musulmanes, Irshadul Haque.

Hasta el Movimiento de Resistencia Islámico, Hamás, se muestra esperanzado con el «gran cambio» que supone Obama. Su líder, Jaled Meshal, ya ha mostrado su disposición a reunirse con el futuro presidente.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha sumado a esta corriente de incondicionales. Con la elección de Obama, el líder socialista ve el cielo abierto para desatascar las malas relaciones que ha mantenido con el Gobierno de Bush. Zapatero se ha entregado ya como «amigo y aliado fiel», a pesar de que no haya estado entre los primeros jefes de Gobierno a los que el demócrata llamara para agradecer su felicitación.

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