María Teresa Romero // La “amiga” Rusia
Los rusos tienen sentido de la realidad, saben cuánto necesitan de EEUU
Días antes de la recién finalizada visita de la flota de cruceros rusos a Venezuela, el embajador ruso en Bogotá declaró que no había que temer por las maniobras navales en aguas del Caribe. Justo antes que el presidente Dimitri Medvedev, iniciara su primera gira latinoamericana, su ministro de Relaciones Exteriores aclaró que los lazos con la región no dependían de “terceros países”, en referencia a Estados Unidos. A su vez, el subdirector del Departamento de Información de Asuntos Exteriores ruso, negaba que el acercamiento regional, en particular hacia Venezuela y Cuba, fuese una respuesta del Kremlin a la política de Washington en la zona del Cáucaso. La presencia rusa en América Latina, aclararon todos estos funcionarios, sólo correspondía a las realidades de la globalización mundial. Una vez en Venezuela, tanto Medvedev como los militares rusos, se cuidaron de no alinearse a la retórica ideológica y antiimperialista de Hugo Chávez. La moderación política fue la tónica en su paso por la región. Posteriormente, Vladimir Putin declaró que Rusia no necesitaba establecer bases permanentes en Cuba y Venezuela y le tendió la mano al presidente electo Barack Obama a efectos de establecer un nuevo diálogo bilateral. ¿Por qué tantas aclaratorias y cuidados? Por supuesto que el gobierno ruso está y seguirá desafiando a EEUU en ésta y en cualquier parte del mundo hasta que logre su principal meta: convertirse en un actor de verdadero peso e influencia global. Pero, al menos por ahora, se trata de un desafío sutil, estratégico, que busca cambios de conducta, no rupturas ni enemistades con los EEUU. Los rusos tienen sentido de la realidad. Saben cuánto necesitan de ese país y del mundo occidental, más ahora en plena recesión doméstica. De modo que olvídense quienes aspiran que la Rusia pragmática de hoy se convierta en “amigo revolucionario” incondicional de Cuba y Venezuela, regímenes en crisis económica y decadencia política, de creciente mala fama mundial. Los rusos son aliados coyunturales, de conveniencia, y como tales sólo están aprovechando las oportunidades comerciales y políticas que estos le abren, especialmente si les sirven en su juego de poder con EEUU.
Mteresa100@hotmail.com
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