Coordination to Confront the Crisis

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La caída de las grandes economías y la ola de despidos muestran un agravamiento de la crisis y que se requiere una coordinación internacional. A la retracción de las economías europeas y estadounidense, se agrega la previsión de una sensible contracción en la economía china. Hasta hace poco el gigante asiático era considerado como el motor que podía contrarrestar las tendencias recesivas de las economías occidentales. Sin embargo, el último trimestre del año pasado, la economía china creció un 6,8%, es decir el 70% del ritmo del año precedente. Además, las importaciones chinas vienen cayendo desde mediados de año y, en diciembre lo hicieron un 21%, lo cual equivale a menores ventas de sus socios comerciales. Tanto países occidentales como Corea del Sur y Japón, están sintiendo ese freno de la demanda.

El flamante secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Timothy Geithner acusó a China de manipular el yen y prometió aumentar las presiones para que el país oriental revalúe su moneda, para reducir su presión exportadora y abaratar los bienes importados. Hasta ahora el Gobierno chino ha resistido esa demanda y es de esperar que lo siga haciendo ahora, cuando necesita mejorar su capacidad exportadora para sostener su economía.

Las tendencias de la economía muestran que el enfoque de los programas nacionales seguidos hasta ahora por las grandes economías no es suficiente y que es necesario algún tipo de acuerdo para una acción coordinada. Hasta ahora, el gobierno de Estados Unidos no abordó esa posibilidad, quizá evaluando que tiene la capacidad de enfrentar la crisis por su cuenta. Sin embargo ni siquiera en la segunda posguerra, cuando estaba en el pináculo de su poder y se enfrentaba, no a una crisis, sino a un período de expansión, pudo poner orden en forma unilateral en el sistema económico mundial. La coordinación internacional es, por lo tanto, beneficiosa incluso para los grandes actores.

La caída de las economías muestra que las respuestas nacionales no bastan y que es necesaria una coordinación internacional que sería beneficiosa incluso para los grandes actores.

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