Odyssey Lost the First Round

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Odyssey pierde el primer ’round’

Un juez de EE UU falla a favor de que el tesoro de ‘La Mercedes’ vuelva a España

En Tampa (Florida), a 3 de junio de 2009. El juez de Estados Unidos Mark Pizzo: “Más de 200 años han pasado desde que La Mercedes explotó. El lugar donde descansan sus restos y los de los que murieron aquel fatídico día ha permanecido intacto durante siglos. Hasta hace poco. Las leyes internacionales reconocen la solemnidad de su recuerdo y el interés de España en preservarlo. El seguimiento de esta corte a esos principios promueve el respeto recíproco por los muertos de nuestras naciones en el mar. […] Esta corte da la razón a España sobre el yacimiento de La Mercedes y desestima la reclamación de Odyssey”.

Ese último párrafo del juez Mark Pizzo es un misil dirigido a la línea de flotación de la empresa Odyssey Marine Exploration, puntera en la búsqueda de yacimientos arqueológicos submarinos. Y un espaldarazo a la defensa que ha hecho España de su patrimonio naval durante estos dos últimos años, desde el día en que Odyssey anunció el descubrimiento de un tesoro de 500.000 monedas de oro y plata. Fue el 18 de mayo de 2007. La empresa bautizó al descubrimiento con el nombre en clave de Black Swan (Cisne Negro) y sólo dijo que lo había encontrado en un lugar indeterminado del océano Atlántico.

La batalla legal

Para entonces, las autoridades españolas ya sospechaban que el barco en cuestión era el Nuestra Señora de las Mercedes, un buque de guerra español que saltó por los aires el 5 de octubre de 1804 en la batalla del cabo de Santa María, frente a las costas del Algarve, tras un cañonazo de la flota inglesa.

Desde la fecha del descubrimiento, ambas partes han estado litigando en el tribunal de Tampa (Florida) por los derechos del tesoro. Han sido dos años de una batalla legal con un dispendio importante por ambas partes para pagar abogados, decenas de documentos, discusiones ante el juez e incluso persecuciones por el estrecho de Gibraltar de la Guardia Civil a los barcos de Odyssey.

El resultado de todo esto es una decisión judicial que mina los intereses de la empresa, cuyas acciones en Nasdaq se desplomaron ayer un 41%. Por ahora, la resolución es sólo una recomendación a un juez superior que decidirá si la sigue o no. El fallo establece que el tribunal no tiene jurisdicción sobre el asunto porque se trata de un buque de guerra español, que goza de inmunidad soberana frente a cualquier reclamación presentada en Estados Unidos.

Si el juez da el visto bueno a la resolución, Odyssey tendrá un plazo de 10 días para devolver la carga o para recurrir ante un tribunal de apelación. Eso es lo que ocurrirá, tal como Odyssey anunció ayer. El pleito podría prolongarse entonces durante al menos dos años. Si los tribunales vuelven a dar la razón a España, la compañía podría todavía elevar un recurso más ante el Tribunal Supremo. Mientras tanto, las monedas seguirán custodiadas en Tampa.

Odyssey basará su reclamación en que La Mercedes viajaba en una misión comercial en el momento de hundirse y tratará de conseguir el apoyo de los descendientes de la tripulación del barco, en su mayoría mercaderes que depositaron su fortuna en el barco cuando éste salió de Lima (Perú). “Creemos que estas personas se unirán a nuestra reclamación”, señaló Melinda MacConnel, vicepresidenta y abogada de Odyssey. Por su parte, Greg Stemm, el máximo responsable de la empresa, declaró sentirse “muy sorprendido” y manifestó su confianza “en que los jueces vean la debilidad de los argumentos de España”.

Pero lo cierto es que, al menos por ahora, la defensa española ha sido reforzada. “Es un precedente ante descubrimientos futuros”, aseguró la ministra de Cultura, Ángeles González- Sinde, informa Rocío García. “Llevábamos dos años esperando esta decisión, aunque tenemos que esperar a que concluya todo el proceso”. La ministra resaltó también el hecho de que el juez haya reconocido el respeto “por las personas que perecieron en aquel día fatídico”.

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