The Annual OAS Assembly

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La Asamblea Anual de la OEA

En la localidad de San Pedro Sula, los cancilleres de América intentarán remover otro obstáculo de la confrontación entre bloques que terminó en el siglo pasado: la sanción a Cuba que llevó a su expulsión del organismo multilateral.

América Latina tiene importantes encuentros en los próximos días. Hoy será la transmisión del mando en El Salvador, donde un representante del hasta hace algunos años guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) asumirá la Presidencia de la República.

La asunción del mando del periodista Mauricio Funes contará con la presencia de la Presidenta Michelle Bachelet y de destacados representantes de gobiernos de todo el continente, incluido Estados Unidos.

El FMLN fracasó en los años 80 en su intento de tomarse el poder por las armas, pero ahora llega al gobierno por la vía democrática, un claro signo que los tiempos han cambiado en nuestra región.

El escenario de la guerra fría quedó atrás en los años 90. Sin embargo, algunas de sus secuelas duran hasta hoy.

Al día siguiente de las ceremonias en El Salvador, comienza en un país vecino, Honduras, la Asamblea Anual de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En la localidad de San Pedro Sula, los cancilleres de América intentarán remover otro obstáculo heredado de la confrontación entre bloques que terminó en el siglo pasado: la sanción a Cuba que llevó a su expulsión del organismo multilateral.

Al leer los motivos de la expulsión (vínculos con el bloque chino-soviético y adhesión a la ideología marxista leninista) queda en evidencia que aquella resolución no tiene sentido en el contexto histórico del siglo XXI.

Este año, de los integrantes de la OEA, Estados Unidos será el único país que aún no tendrá relaciones diplomáticas con Cuba, lo que hace relativamente absurda la decisión de no reintegrar a la nación caribeña al organismo multilateral.

No obstante, Washington ha insistido en que Cuba debe cumplir con la cláusula democrática de la instancia internacional antes de reincorporarse.

La discusión sobre las credenciales democráticas del Estado cubano puede tomar varias asambleas generales más. Sin embargo, la eliminación de la excluyente determinación de expulsión es un buen paso para que Cuba se reintegre a la comunidad americana.

América Latina se ha poblado de gobiernos de origen democrático de distinto signo. Este hecho obliga a dejar atrás la mentalidad de confrontación de bloques irreconciliables, pues no corresponden a la realidad actual.

Las políticas de acercamiento a Cuba pueden servir justamente para mejorar los conceptos y las prácticas de democracia que existen en el continente, incluidas las de Estados Unidos y las de la isla.

La presencia de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos y su disposición al diálogo mostrada en la reciente Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago refuerza la idea que uno de los conflictos entre países más grave que ha tenido el continente -crisis de los misiles incluida- puede estar acercándose a su fin.

Que así sea dependerá tanto de las actitudes de las autoridades cubanas como estadounidenses, pues para dialogar como para bailar tango, se necesitan dos.

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