Latin America Isn’t a Priority for Washington

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“El gobierno de Barack Obama ha mostrado que toma en cuenta la necesidad de mantener relaciones con América Latina”, afirma el profesor David Scott Palmer, experto en ciencias políticas de la Universidad de Boston. Pero advierte que, con la crisis económica y los conflictos en otras partes del mundo, Latinoamérica no es prioridad y los conflictos con Cuba y Venezuela tardarán en resolverse.

Palmer, quien trabajó 12 años en el Departamento de Estado de EE.UU. como presidente de Estudios de Latinoamérica y el Caribe, conoce bien la región y habla perfecto castellano. Invitado por la Universidad de Belgrano, la semana pasada dio una conferencia sobre “La política hacia América Latina del nuevo gobierno de Obama”. Allí planteó algunos de los temas a los que, en su opinión, la Casa Blanca deberá prestar atención.

“Obama asumió en medio de una grave crisis económica doméstica y una imagen internacional muy debilitada, y había grandes expectativas de la población de que habría un cambio”, señaló. Pero advirtió que “es poco realista pensar que las cosas mejorarán en poco tiempo”.

“Está la crisis económica, el plan de salud, el conflicto en Oriente Medio, los problemas con Rusia, las guerra en Irak y Afganistán, Irán y su deseo de aumentar su capacidad nuclear, Corea del Norte.”, enumeró. “Comparado con todo esto, América Latina aparece como un problema menor”.

Según Palmer, en el gobierno de George W. Bush se vieron algunos avances en el vínculo con esta región, “por ejemplo con algunos tratados de libre comercio. Salvo en los casos de Venezuela y Cuba, Bush no dejó un legado de graves problemas en América Latina como dejó en otras regiones”.

De todos modos, Palmer señaló que Obama ha mostrado “un reconocimiento de la importancia del diálogo, un deseo de conversar con los adversarios, especialmente Raúl Castro y Hugo Chávez”. Y consideró positivas las medidas tomadas en relación a Cuba, como levantar los límites a los viajes a la isla de los cubanos que viven en EE.UU. y a las remesas que pueden enviar a sus familias.

El experto también habló del narcotráfico, que la Casa Blanca deberá abordar de forma multilateral con América Latina. Y justificó el polémico acuerdo entre Washington y Bogotá para que EE.UU. use bases militares en Colombia: “La idea es que las fuerzas norteamericanas puedan continuar la campaña contra la droga. No se trata de la presencia de miles de militares en la región”.

Sobre Honduras, afirmó: “Las iniciativas de la comunidad regional no han podido resolver la crisis por el golpe de Estado. Algunos países dicen que Estados Unidos debe actuar, pero otros dicen que no. Si algo aprendimos de los errores del pasado, de nuestra participación en América Central, es que las partes tienen que resolver el conflicto. Los de afuera no pueden hacerlo”.

¿Cómo es el vínculo de EE.UU. con Argentina?, le preguntaron. “La Argentina ya indicó que quiere una relación normal. Los problemas que surgieron en el gobierno de Bush quedaron atrás. La relación mejorará. No hay nubes negras en el horizonte.

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