Estados Unidos se refiere con frecuencia el gran superávit comercial de China para justificar la necesidad de que el país asiático deje que su moneda se aprecie.
Sin embargo, no tiene en cuenta que la gran mayoría de los productos chinos exportados al país norteamericano son fabricados por compañías que operan con fondos de Estados Unidos, por lo que una gran parte de los beneficios acaban en los bolsillos de los empresarios estadounidenses.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, dijo durante una conferencia de prensa celebrada el domingo que la mitad de las exportaciones de China están relacionadas con la industria de procesamiento, en la que los componentes importados son ensamblados en las fábricas locales, y que el 60 por ciento de estos productos están fabricados por compañías de capital extranjero o mixto.
“Por lo tanto, imponer restricciones al comercio con China equivale a causar dificultades a las empresas de Estados Unidos”, indicó el premier.
Según las estadísticas del Ministerio de Comercio de China, el 55,9 por ciento de las exportaciones chinas en 2009 fueron fabricadas por empresas extranjeras. La proporción para los productos de alta tecnología y para los artículos electrónicos fue del 83 y el 75 por ciento, respectivamente.
Además, más del 90 por ciento de los productos de alta tecnología exportados a Estados Unidos fueron fabricados por empresas extranjeras.
Investigadores de la Universidad de California llevaron a cabo un estudio del caso del reproductor de música digital Apple iPod para determinar qué países obtienen mayores beneficios con la producción de estos artículos.
El estudio reveló que sólo 4 dólares se quedan en China, mientras que la gran parte de las ganancias se las llevan los diseñadores, los distribuidores y los suministradores de componentes.
Por lo tanto, parece injusto que el precio total de un iPod, unos 300 dólares, se considere parte de las exportaciones chinas a Estados Unidos.
“La mano de obra barata de China permite a las empresas extranjeras reducir costes salariales y aumentar sus beneficios. Irónicamente, las crecientes ganancias van a los bolsillos de las compañías extranjeras y se culpa a China del desequilibrio comercial”, afirmó Tan Yaling, experto del Instituto de Derivados Financieros de China, adscrito a la Universidad de Beijing.
Wen Jiabao también dijo durante la conferencia de prensa que el desequilibrio comercial del país sería mucho menor si Estados Unidos aprobara la exportación de más productos de alta tecnología a China.
En 2007, el gobierno estadounidense aprobó unas nuevas regulaciones en las que se establecía el bloqueo de la exportación de 20 categorías de productos a China, entre ellas motores de aviones, aceite pobre, lásers y dispositivos de aviónica.
Las estadísticas muestran que el 18,3 por ciento de las importaciones de alta tecnología de China en 2001 procedían de Estados Unidos. La cifra se redujo hasta el 8 por ciento en 2008, en parte debido a los rigurosos controles de las autoridades estadounidenses.
“Por una parte, Estados Unidos le pide a Beijing que reduzca su superávit comercial, y por la otra se niega a vender mercancías de alta tecnología a China. ¿Qué es lo que quiere realmente?”, se preguntó Zhang Yansheng, director del Instituto de Comercio Exterior de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma.
“Espero sinceramente que la Unión Europea y Estados Unidos reconozcan el estatus de economía de mercado de China y levanten las restricciones a las exportaciones de bienes de alta tecnología a China, porque de ese modo ayudarán a promover el equilibrio comercial en el mundo”, dijo Wen Jiabao.
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