Obama’s Unwavering Commitment to the Far Right

<--

te un grupo de jóvenes cadetes, muchos de los cuales serán enviados luego a Irak o a Afganistán, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló

de la necesidad de moldear un orden mundial en el que prevalezcan la diplomacia y el poderío militar de Estados Unidos.

Las grandes agencias de prensa destacaron la visión multilateral de Obama, en contraste con el unilateralismo de George W. Bush y su gente.

¿Acaso se puede definir el multilateralismo como el llamado a hacer causa común con el poder hegemónico para imponer sus condiciones en gestiones diplomáticas

dirigidas a perpetuar el sometimiento, y utilizar la fuerza militar cuando la mal llamada diplomacia no logre ese infame objetivo?

Barack Obama habló el pasado sábado ante un grupo de jóvenes cuyos nombres podrían figurar dentro de pocos meses en la lista de los mutilados o de los difuntos

“héroes de guerra”, o en la lista que no todos consultan, la que contiene los nombres de quienes, tras formar parte de fuerzas  invasoras, han vuelto a

su lugar natal seguidos del anonimato del que quisieron despojarse, y, en muchos casos, de la pobreza que quisieron abandonar.

 Nada puede decirles que dé sentido al sacrificio. Les habló de las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos y de la necesidad de detener el terrorismo.

Aprovechó la presencia de estos jóvenes para dirigirse a los gobernantes y a los líderes políticos del resto del mundo, en un llamado a aportar lo necesario

para las aventuras imperialistas en marcha y para las que serán emprendidas en el futuro.

El Premio Nobel de la Paz,  avala a la oligarquía saqueadroa, petrolera y armamentista, en la tarea de convertir en asesinos y agentes invasores a jóvenes

que han debido dar otra definición a sus vidas. Sigue la tradición de sus antecesores, y es obvio que lo hace sin reparo.

 Se refiere a las alianzas del pasado, y no dice que la colaboración de ciertos gobiernos con las guerras marca USA, generó crisis políticas como la que

sacó del gobierno de Gran Bretaña a Gordon Brown.

Dice que el reto de combatir el terrorismo no puede ser asumido solamente por Estados Unidos, dando a entender que los demás ejércitos del mundo deben ser

unidos al de su país, destinado, según esta cartilla, a dirigir la lucha contra el terrorismo.

 Lejos de renunciar al objetivo de reafirmar la hegemonía del poder estadounidense, Obama llama la atención en el sentido de que ese proceso se encuentra

en una etapa superior.

Lejos de proponer un orden mundial horizontal o siquiera realmente multilateral, Obama ensaya a disfrazar el actual, haciendo más descarada la imposi

About this publication