More Signs Of Xenophobia

<--

Los latinos, en forma creciente, están siendo objeto de vejámenes (harassment) a manos de grupos que reviven el odio hacia los extranjeros.

Está claro que el aporte (contributions) del hispano en EE.UU. es muy valioso, y que el extranjero es parte del motor que mueve esa economía.

Desde que el estado de Arizona emitió la ley que criminaliza a los inmigrantes, en diferentes lugares de Estados Unidos y regiones fronterizas con México se han incrementado actos de violencia contra ciudadanos extranjeros que viven en el coloso del Norte.

Anastasio Hernández, un mexicano de 42 años, fue objeto de una brutal paliza a manos de oficiales de la nación del Norte, la cual lo condujo a la muerte horas más tarde en California..

La víctima, además de la golpiza, fue sometida a descargas eléctricas por parte de los agentes en cuestión.

La suerte no corrió mejor para Sergio Hernández, de 14 años, quien la semana pasada cayó abatido (gunned down) por un balazo que le atravesó el rostro. El causante: un agente fronterizo de Estados Unidos quien accionó (pulled the trigger) su arma en un punto entre Ciudad Juárez, México, y El Paso, Texas, EE.UU.

A lo anterior se suma el hecho de que el estado de Tenesí también acaba de aprobar una normativa que obliga a que sea el inglés el único idioma que se hable en horas de trabajo.

Bueno, y qué decir de aquellos casos en los cuales guatemaltecos han muerto en defensa de otras personas víctimas de violencia. En esos hechos, si bien (while, although) en apariencia no hubo una intención de atacar a los connacionales (del mismo lugar) por su procedencia, cabe indicar que (it should be noted that) hasta pudieron haber sido auxiliados y librados de la muerte, pero eso no ocurrió, tal vez por el prejuicio que en el Norte se está acentuando (prominent) contra los inmigrantes.

Debemos insistir, como en ocasiones anteriores, en que no es justo que una persona sufra discriminación y malos tratos simplemente porque no es del color o raza de aquellos que predominan en ciertos conglomerados.

Los latinos, en forma creciente, están siendo objeto de vejámenes y hasta de torturas a manos de grupos que reviven sentimientos de xenofobia, los cuales no conducen a nada constructivo.

Está claro que el aporte del hispano en la sociedad estadounidense es de incalculable cuantía, así como que el motor que mueve aquella economía, en buena parte, es el constituido por extranjeros que han dejado sus territorios en la búsqueda de mejores condiciones de vida.

De la misma forma que quienes no son de origen anglosajón necesitan los dólares ganados a fuerza de mucho sudor en aquel país, los ciudadanos de EE.UU. necesitan de la fuerza de trabajo (labor) que les proveen los obreros exportados por nuestras tierras.

Las acciones de intolerancia causarán más violencia y enfrentamientos innecesarios, los cuales podrían evitarse si pequeños grupos comenzaran por erradicar esos sentimientos de xenofobia que se han acrecentado en diferentes lugares del norte.

About this publication