No Concrete Agreements with the Dominican Republic

<--

Nada concreto

Por lo que ha trascendido, el encuentro de ayer en la Casa Blanca de los presidentes Barack Obama y Leonel Fernández se inscribe dentro de una estrategia de Washington para mejorar sus nexos con la región. No hubo acuerdos concretos, sino que se limitó a pasar revista a problemas como la crisis haitiana, la lucha contra el narcotráfico y el lavado de activos. Lo demás parece irrelevante, prácticamente protocolar.

De hecho, al dar cuenta del encuentro en que los dos mandatarios abordarían una amplia gama de asuntos bilaterales y hemisféricos, la Casa Blanca aclaró que la entrevista forma parte de las conversaciones de Obama con líderes del continente “acerca de los asuntos más importantes que encaran los pueblos de la región”.

Sin embargo, hay razones para expectativas. Amén de las múltiples tensiones y especulaciones que suelen caracterizar las relaciones con Washington, que en este caso ni siquiera ha acreditado un embajador en República Dominicana, tampoco son frecuentes las entrevistas con los mandatarios estadounidenses. Pero además porque se habló de abordar asuntos bilaterales.

Como cabía suponer Obama reconoció y elogió el papel del presidente Fernández frente a la catástrofe del 12 de enero en Haití y la mediación para legitimar en el poder al presidente Porfirio Lobo, incluyendo el acuerdo para que el depuesto Manuel Zelaya pudiera exiliarse en República Dominicana. La pregunta es si un elogio que entraña réditos políticos fue gratuito.

Sobre el asunto del narcotráfico y el lavado de activos, que no faltan en ningún encuentro de Obama con gobernantes de la región, al parecer tampoco hubo nada concreto. Lo mismo que de la producción de energía limpia la agenda, según lo trascendido, se limitó a la clásica más cooperación y mayor esfuerzo.

Acusaciones injustas como la trata de personas, por la cual República Dominicana podría ser sancionada por la comunidad internacional, no se citaron entre los asuntos que abordaron ambos gobernantes durante la entrevista de 30 minutos hasta ahora signada por el protocolo.

Con todo y que se esperaba más, sobre todo en términos concretos, se trató de un encuentro importante de tomarse en cuenta que Estados Unidos es el principal socio comercial de República Dominicana, aunque en verdad no haya hecho lo suficiente para ayudar a sus vecinos a mejorar las condiciones de vida ni en la lucha contra males como el narcotráfico y el lavado de activos.

About this publication