Variables in the U.S. Economy

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Incógnitas de la economía estadounidense

En el último tiempo han corrido en el mundo fuertes rumores de que la economía de Estados Unidos estaría expuesta a una nueva recesión. El precario incremento del empleo (por debajo de las predicciones) y otros factores concurrentes generaron el debilitamiento de la recuperación y pusieron a sonar las alarmas. Fenómeno similar en el marco del comercio exterior causó preocupación, indujo a plantear políticas ‘antidumping’ y reforzó la idea del presidente Obama de duplicar las exportaciones estadounidenses en los próximos cinco años.

Habiendo sido Estados Unidos, en la última época, el eje cíclico de la economía mundial y el polo magnético de las importaciones, se explica el interés planetario por cuanto allí ocurra. Aun existiendo países emergentes con extraordinaria capacidad de producción y consumo: China e India en primera línea, con figuración regional de Brasil. Lo cierto es que esta vez la recuperación económica del planeta tiene expresiones muy variadas y que incluso la de la región latinoamericana no registra exactamente las mismas oscilaciones que se observan en Estados Unidos, aun cuando siga siendo, con algunas variantes, mercado principal y proveedor financiero.

Porque una nueva recesión o una deflación suya tendrían vastas repercusiones, especialmente en nuestra región, vale la pena estar pendientes de su curso. En particular, de lo que haga o deje de hacer su Banco de la Reserva Federal y su presidente, Bern S. Bernanke, quien en la ya famosa reunión de Jackson Hole pronunciara definitorio discurso. Cabe anotar que respecto de la recuperación de la economía de Estados Unidos, no faltaron voces autorizadas en advertir que los planes originales eran insuficientes. Si mal no recordamos, tal fue la tesis de los premios Nobel Stiglitz y Krugman y de un grupo esclarecido de keynesianos.

En cambio, para Mr. Bernanke las actuales dificultades han sido piedras imprevistas en el camino. Al fin y al cabo, ha sido él una de las cabezas decisorias en la batalla contra la gran recesión. Que al menos, gracias a las medidas de emergencia, no paró en otra Gran Depresión. En su concepto, las condiciones generales han mejorado mucho, pero el crédito bancario permanece estrecho y resta por implementar la reforma financiera. Fuera del reto para muchos países del manejo de la deuda y el déficit fiscal y de que los desequilibrios comerciales y de cuenta corriente son problema persistente.

Para él, aunque la demanda privada, la producción y el empleo final han crecido durante más de un año, el ritmo del crecimiento aparece menos vigoroso de lo esperado. El gasto de los hogares ha ascendido a paso relativamente modesto, sujeto a la evolución del empleo, pero también a la reparación de sus posiciones financieras. Resultado: los hogares, justificadamente recelosos por el deprimido mercado de la vivienda vienen ahorrando más de lo prospectado. Lo mismo las empresas, que no dependen tanto del crédito como de la demanda de sus productos.

De esta suerte, hay menos gasto y menos inversión. Por tanto, menos crecimiento económico. La pequeña declinación del desempleo es atribuible más a reducción de la participación de la fuerza laboral que a creación de puestos de trabajo por el recelo de las firmas a aumentar los empleos permanentes. A pesar de que la producción será más fuerte el año próximo, el desempleo sólo bajará lentamente. La perspectiva de su alto nivel, en un largo período, continúa siendo, al decir de Mr. Bernaneke, preocupación central de la política, dados sus costos y sus riesgos de diverso orden. Incluso para la sostenibilidad de la recuperación.

Mr. Bernanke espera que la economía estadounidense continúe expandiéndose este año, así sea a ritmo relativamente modesto. Las políticas monetarias seguirán siendo propicias al crecimiento. El Federal Reserve dispone de suficientes herramientas para prevenir una deflación y, si fuere el caso, para suministrar estímulos adicionales. Sin arredrarse ante la devaluación competitiva del dólar. Todo, menos el dejar hacer.

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