The Battle for Control

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Batalla pour el control

La semana pasada fue la de las elecciones internas de los partidos demócrata y republicano en algunos estados de Estados Unidos, que han sido una muestra de lo que les espera a los partidos, sobre todo al republicano, con miras a las elecciones de noviembre: una dura batalla, donde los insurgentes están haciendo sentir sus voces, en especial los de las Fiestas del Té, y los moderados son una especie en vías de desaparición.

Claro que todo está por verse. Aunque han sido la gran sensación política de este año, dándoles una vitalidad increíble a unas elecciones de mitaca, siempre sosas y aburridas, los miembros de las Fiestas del Té prefieren candidatos mucho más radicales de derecha que los candidatos moderados que prefiere el Partido Republicano para mostrar a nivel nacional.

Por lo pronto, los miembros de las Fiestas del Té ya consiguieron una gran victoria, aunque su candidato, J. D. Hayworth, haya perdido en Arizona, donde la Ley SB1070 ha cambiado todo el espectro político del país. De hecho, la ley autoriza detener, capturar y deportar a toda persona que no demuestre que está legal en el país. El senador John McCain, el republicano que en el 2007 cruzó la línea para irse, junto al fallecido Ted Kennedy, en busca de una ley que buscaba legalizar a los 12 millones de indocumentados que en ese momento vivían en tierras del Tío Sam y reclamaban su derecho a quedarse, pasó en el 2010 a pedir triplicar los agentes de inmigración en la frontera y a clamar a grito abierto por “la construcción urgente del condenado muro”.

Abandonando sus posiciones moderadas, en temas como el ya referido de inmigración, y el de energía, McCain, quien ya tiene cuatro períodos en el Senado de Estados Unidos, es ahora una de las voces cantantes en contra de los inmigrantes indocumentados y clama por conseguir fuentes energéticas, al precio que sea, para no depender del petróleo del Medio Oriente. No se sabe si continuará siendo un ultraderechista después de las elecciones de noviembre. Sarah Palin es la niña mimada de las Fiestas del Té y fue su compañera para la vicepresidencia, en el 2008. Palin rompió con la gente del Té y lo acompañó durante gran parte de su campaña y le hizo varias fiestas para recoger fondos para su campaña.

En la Florida, la cosa también fue dura. Rick Scott, un multimillonario republicano, derrotó a Bill McCollum, el favorecido del partido, en las primarias para la gobernación. Charlie Crist, el actual gobernador, ahora está optando como independiente para el Senado, donde Marco Rubio, un político de origen cubano y el gran favorito de los miembros de las Fiestas del Té, fue el nominado para ser el próximo senador por la Florida.

Los miembros de las Fiestas del Té de Florida remitieron cartas a todo el país, en las que solicitan enviar dinero para financiar la campaña de Rubio, quien se opone a todos los programas que el presidente Barack Obama está impulsando desde la Casa Blanca. Sin embargo, lo curioso del caso es que, durante su discurso de agradecimiento, Rubio no mencionó a las Fiestas del Té, o se le olvidó.

Los analistas dicen que es un cambio de táctica, ya que, si se va con las Fiestas del Té, va a perder la mayoría del voto hispano de la Florida, debido a que los miembros de las Fiestas del Té quieren imponer la SB1070, conocida como Ley Arizona, en todo el territorio del Tío Sam. El voto hispano es vital para ganar en Florida.

En Alaska, la cosa está que arde. La senadora Lisa Murkowski va perdiendo por un puñado de votos frente a Joe Miller, el candidato de Sarah Palin y las Fiestas del Té. Hasta ahora no hay un ganador claro. Palin atacó a Murkowski con tal furia que la cosa parecía casi personal. Y muchos dicen que lo es. Los analistas claman que Lisa se apoderó del cargo que dejó su padre, el senador Murkowski, por encima de Palin, quien aspiraba a ser senadora. Por lo pronto, Miller va adelante, pero están esperando el conteo del voto ausente.

Así las cosas, no se sabe qué vaya a pasar en las toldas republicanas. Ningún candidato se atreve a contradecir en público a los fanáticos de las Fiestas del Té, mientras que las directivas partidistas o son convidados de piedra, o sólo hablan para atacar a Obama y a los demócratas, por lo que tirios y troyanos claman que lo que está verdaderamente en juego es el propio Partido Republicano y su posición futura frente a los grandes desafíos de la nación: empleos, economía, seguridad social y liderazgo mundial.

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