Talking is One Thing; Doing is Another

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Una cosa es decir, otra, hacer

Por Hilda Pupo S. / hildita@ahora.cu / Domingo, 05 de Septiembre de 2010 10:31

Unas de las informaciones que invadió al mundo de las noticias, esta semana, es la persecución por autoridades estadounidenses del camarógrafo de ese país Kurt Sonnenfeld, quien filmó imágenes del atentado al World Trade Center en Nueva York el 11 de septiembre de 2001.

En calidad de camarógrafo de una agencia federal, Kurt tuvo acceso ilimitado a la zona cero, por lo que se metió entre los escombros cámara en mano y tomó hasta el más mínimo detalle del hecho. Fueron las escenas escalofriantes que recorrieron el mundo.

Kurt empezó a defender la tesis, que lo que había pasado en las Torres Gemelas, cuando dos aviones las impactaron, fue una farsa. Las autoridades norteamericanas quisieron la filmación, pero el autor no quiso.

“Yo prometí entregar mi filmación a los grandes investigadores que son creíbles y ampliamente conocidos, investigadores que serán capaces de detectar anomalías que yo u otras personas sin educación científica no podemos captar. Con esto en mente, espero que hay muchas cosas que ellos pueden descubrir que desmienten la historia oficial actual de lo que ocurrió”, afirmó Sonnenfeld a la prensa internacional.

El camarógrafo, al parecer, tomó imágenes comprometedoras y esto le sirve de argumento para defender su tesis de que altos funcionarios del Gobierno estadounidense estaban al tanto de los ataques a las torres gemelas en el 2001 antes de suceder. El tratar de silenciarlo responde a sus intereses.

Otro espacio se hace eco del asesinato del periodista hondureño Israel Zelaya Díaz, el décimo que muere allí en lo que va de año, y un artículo señala a Méjico como el lugar de Latinoamérica donde es más difícil ejercer la profesión de reportero.

En medio de tan relacionadas noticias recibo un mensaje, de que en nombre de la libertad de prensa aquí entreviste a aquella persona o la otra, le haga propaganda a aquel o a más cual grupo, entonces respondo ¿y por qué Washington Post no lo hace con los Cinco Héroes? ¿Por qué New York Time no le toma declaraciones a Gerardo para conocer sus experiencias en el hueco? ¿Por qué en Cuba “falta la libertad de prensa” y en Estados Unidos no?

¿Cuál es la razón para creer en la libertad de un Medio estadounidense y la mordaza en mi país? Según un artículo del yugoslavo Peter Schenkel: “La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con su sede en Florida, no pierde una sola oportunidad para criticar sobre todo a los países de este hemisferio, en los cuales existe aún “el abuso de la falta de libertad de prensa”. Sería muy oportuno que esta honorable institución comience a barrer el patio de su propia casa.

Cuenta el caso del reportero Jim Taricani, quien hizo público un vídeo secreto del FBI, en el cual se comprobaba el soborno aceptado por un político local y como se negó a revelar su fuente fue condenado a prisión; o de Judith Miller, reportera del The New York Times y su colega Matthew Cooper, quienes enfrentaron similares procesos por haber realizado investigaciones en torno a la desenmascarada agente de la CIA Valerie Plame.

Igual destino fue para los periodistas Lance Williams y Mark Fainaru-Wada del San Francisco Chronicle, por haber difundido la noticia que dos famosos jugadores de baseball de los Yanquis y de los Gigantes de San Francisco se habían dopado con anabólicos.

Dijo él en esa oportunidad: “En los Estados Unidos, 24 periodistas enfrentan similares juicios”.

En la entrevista de Ignacio Ramonet a Fidel Castro donde tocaron el tema, el periodista cuestiona: “¿Unos medios libres serían considerados incompatibles con la Revolución? Fidel responde: “En esos medios ‘libres’, ¿quién habla? ¿De qué se habla? ¿Quién escribe? Se habla lo que quieren los dueños de los periódicos o de las emisoras de televisión. Y escriben quienes ellos deciden. Usted lo sabe bien. Se habla de ‘libertad de expresión’, pero en realidad lo que se defiende fundamentalmente es el derecho de propiedad privada de los medios de divulgación masiva”.

Y a otra interrogante: ¿Ese deseo de crítica responsable podría ir hasta la autorización de la libertad de prensa que muchos reclaman? “Si usted llama libertad de prensa, —aclara Fidel— al derecho de la contrarrevolución y de los enemigos de Cuba a hablar y a escribir libremente contra el socialismo y contra la Revolución, calumniar, mentir y crear reflejos condicionados, yo le diría que no estamos a favor de esa ‘libertad’. Mientras Cuba sea un país bloqueado por el imperio, víctima de leyes inicuas como la Helms-Burton o la Ley de Ajuste Cubano, un país amenazado por el propio Presidente de Estados Unidos, nosotros no podemos dar esa ‘libertad’ a los aliados de nuestros enemigos, cuyo objetivo es luchar contra la razón de ser del socialismo”.

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