Five Decades of Terror against Cuba

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Cinco décadas de terror contra Cuba

Uno de mis primeros trabajos periodísticos fue entrevistar a Nancy, una de las miles de cubanas y cubanos víctimas de la política de terror gestada desde territorio norteamericano contra Cuba. La visité en su hogar y me mostró los daños irreparables causados a uno de sus pies por las balas asesinas disparadas desde una lancha pirata proveniente de Estados Unidos que durante la madrugada tiroteó el poblado costero de Boca de Samá, en el municipio holguinero de Banes.

Fue esta la primera ocasión en que palpé los horrores de las casi cinco décadas de terror contra esta Isla, resultante de “los nexos terroristas-exilio anticubano-CIA-administraciones norteamericanas”, de matones a sueldo, de fundaciones nacidas del enriquecimiento de grupos criminales, de planes de atentados y de magnicidios.

Era una joven cuando a través de los medios de prensa toda Cuba supo del Crimen de Barbado. Se cumplen este 6 de octubre 34 años del brutal atentado que apagó la vida de 73 personas, entre ellas jóvenes integrantes del equipo nacional de esgrima que viajaban a bordo del avión de Cubana que voló en pedazos sobre las costas de esa isla caribeña.

Entonces sufrí el dolor de las muertes y la impotencia ante la impunidad junto a mi pueblo, adquirí conciencia de lo que era ese flagelo y del odio que por Cuba y su Revolución sentían los autores, entre ellos Luis Faustino Posada Carriles, alguien que hoy sé sobresale como uno de los más grandes criminales del hemisferio occidental y que arrastra tras de sí a centenares de cadáveres, heridos, familias enlutadas, niños huérfanos.

La conmemoración del espantoso suceso cuyos autores aún permanecen libres y en franca actividad criminal, me hizo releer las páginas del libro “Posada Carriles, Cuatro Décadas de Terror”, de Jean Guy Allard, periodista canadiense radicado en Cuba, y publicado por la Editora Política en el 2007, donde se revela la trayectoria criminal de este Agente de la CIA, desde su reclutamiento con la fracasada agresión a Playa Girón, en 1961, hasta su entrada ilegal en Estados Unidos en el 2004.

En estas páginas es posible conocer la naturaleza deshumanizada de este hombre que “mata con una sonrisa en los labios” y documentan momentos de la actividad delictiva del peligroso asesino, como detalles de los preparativos y realización de los atentados con bombas a los hoteles de La Habana en 1997 para desestabilizar el turismo en el país y el testimonio de la abogada Rosalba Álvarez sobre el asesinato de su padre Ramón Antonio Álvarez, comandante de Punto Cero, organización revolucionaria venezolana, entre otros.

De estas páginas denuncia no está ausente la acusación a los gobiernos norteamericanos, creadores de estos monstruos, y que mantienen presos en sus cárceles a Cinco combatientes cubanos por revelar las acciones de quienes, como Posada, están dirigidas a mutilar a personas como Nancy o privar de la vida a otros como Ramón Antonio con la impunidad que le garantizan quienes hoy mantienen en injusto cautiverio a Ramón, Antonio, Fernando, Gerardo y René.

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