An Election That Matters

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A pesar de los deseos, expresados por diversos analistas, en el sentido de que, para reducir su dependencia de los Estados Unidos, Colombia debe diversificar el menú de sus relaciones con el resto del planeta, y aunque en los años recientes algunos pasos han sido dados en esa dirección, no hay duda de que los lazos que unen a Washington con Bogotá son enormes y de que, en la coyuntura actual, las decisiones que adopten tanto el Gobierno como el Congreso de la primera potencia mundial afectan, y mucho, el devenir colombiano.

Por eso, las elecciones parlamentarias de hoy martes en los Estados Unidos revisten una gran importancia para el país, en diferentes frentes, desde el comercio hasta la política, pasando por el espinoso tema de la lucha contra las drogas ilícitas y el terrorismo que se nutre de ese negocio.

Y no se trata sólo de la renovación de la Cámara de Representantes, o de buena parte del Senado y de varias gobernaciones. Hay numerosos referendos, entre ellos el muy controvertido que se llevará a cabo en California en torno a una propuesta que abriría las puertas a la legalización de la producción, comercio y consumo de marihuana en esa importante región.

Pero, aparte de ese tema, los resultados de la elección congresional tienen enorme trascendencia. Las mayorías demócratas logradas al tiempo con la extraordinaria victoria de Barack Obama hace dos años endurecieron la postura del Capitolio en contra de la refrendación de TLC firmando hace casi cinco años con Colombia. La línea dura de los demócratas, representada por la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, congeló, de manera abierta y declarada, la aprobación del tratado. Y es justamente esa línea la que puede resultar más golpeada hoy por la reacción del sector conservador de la clase media estadounidense contra lo que los líderes de derecha llaman “el socialismo” de Obama y su partido.

Los diferentes sondeos apuntan a que los republicanos, más amigos de este tipo de acuerdos, se harán con el control de la Cámara, donde podrían incluso contar con media docena de curules más de las necesarias para convertirse en mayoría. Las proyecciones en cuanto al Senado son menos negativas para los demócratas: allí podrían conservar su primacía, pero por un margen mucho más estrecho. En cualquier caso, el panorama para el TLC con Colombia mejoraría, de cumplirse estos pronósticos.

El resultado neto para la Casa Blanca es que, con este Congreso renovado, estará obligada a negociar con los republicanos en varios frentes críticos como las medidas para recuperar la economía, el recorte del déficit fiscal y las relaciones exteriores. Y en este último campo, hay algo que puede tener significado para Colombia. Obama y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, han visto más bien con indiferencia el tono agresivo de Hugo Chávez para con Washington. Aunque sus voceros han expresado preocupación por temas como los recortes de la libertad de prensa, las expropiaciones y hasta el proyecto de construir -con ayuda de Rusia- un reactor nuclear, esas declaraciones no han pasado de ser meras constancias.

Pero esto puede sufrir un giro. Con un Congreso donde los republicanos dominen la Cámara y compartan el poder en el Senado, las cosas serán a otro precio: puede haber una postura más enérgica frente a Chávez, su proceso revolucionario y sus audaces proyectos energéticos. ¿Cómo reaccionará el mandatario venezolano si siente una mayor presión? ¿Afectará eso el clima de distensión con Colombia? Difícil predecirlo, pero es un motivo más para estar atentos a los resultados electorales de hoy en los Estados Unidos.

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