Tea Party

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¿Vendrá la solución de un Obama reestructurado o de la nueva derecha republicana?

GUSTAVO LINARES BENZO | EL UNIVERSAL

domingo 7 de noviembre de 2010 12:00 AM

La tradición norteamericana señala que en las elecciones de mitad de período el partido de Gobierno pierde escaños en el Congreso y Gobernaciones. Sin embargo, las elecciones del martes pasado representaron una derrota de particular envergadura aun para los estándares tradicionales. Pero vistas las cosas con más frialdad la derrota no es tan dramática: Obama era mucho más popular en la televisión que en los votantes norteamericanos inclusive cuando ganó la presidencia.

Si algo representan estas elecciones es un giro a la derecha asombroso ante la penuria del común en EEUU. La superación de la recesión que comenzó hace un año es la primera de la historia que no viene acompañada de un repunte del empleo. Además, la tendencia ya de casi una década, indica que el modelo económico produce más empleos de mano de obra barata y del sector mejor remunerado; los empleos medios caen vertiginosamente, la clase media amenazada.

Más asombroso aún, es que el Presidente derrotado logró aprobar lo más similar a un Seguro Social que haya existido en EEUU. Pareciera que o no fue suficiente o es verdad que el norteamericano no quiere parecerse a Europa y a su estado de bienestar. El giro a la derecha es tan intenso que el partido Republicano presentó varios candidatos del llamado Tea Party, grupo político de marcadas ideas de derecha, tan de derecha como el pensamiento del flamante senador de Florida Mario Rubio. En sus primeras declaraciones dijo que su victoria no era ni republicana ni demócrata, en otras palabras, se trata de una victoria de más a la derecha de los propios republicanos.

La historia es pendular. La grave crisis económica de proporciones épicas del año 2007-2008 fue manejada a lo Keynes y aparentemente domada, pero esos remedios fiscales por lo visto ya no sirven porque no aumentan el empleo, el gran atractivo de las políticas keynesianas.

Esta crisis del capitalismo probablemente significará una oportunidad para el mismo sistema, como ha ocurrido en el pasado. Sólo que antes el genio de Keynes producía lo mejor de ambos mundos: crecimiento de la economía y aumento del empleo. Por lo visto ahora los estímulos van a los empresarios y no a los trabajadores. ¿Vendrá la solución de un Obama reestructurado o de la nueva derecha republicana? Las repercusiones serán mundiales.

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