The End of the Enchanting Obama

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El fin del Obama encantado

J. C. Malone

Puntos de vista 13 Noviembre 2010, 10:28 PM

NUEVA YORK.– Cuando los políticos dicen, “éstas votaciones son muy importantes y blah blah blah,” extrañamente dicen la verdad, porque en ellas apuestan el pan de sus hijos. Las últimas elecciones congresuales y estatales fueron importantísimas; constitucionalmente se deben rediseñar los distritos congresuales después del Censo, para reflejar los cambios poblacionales en la representación política. Ahora los republicanos tienen el privilegio de rediseñar los mapas electorales asegurando su control político durante 10 años. “Re-diseñar” significa mover los límites del distrito con el descarado propósito de excluir oponentes e incluir simpatizantes. Por eso algunas casas está dentro de un distrito y sus vecinos no. Y así, sin quererlo, algunos políticos a quienes nadie reconoce talento artístico, hicieron grandes contribuciones al arte alegórico.

En Massachusetts “re-diseñaron” un distrito que parecía una Salamandra, en Illinois otro parece un conejo parado en las patas delanteras montando skateboard. La necesidad de garantizar su empleo por 10 años, sigue siendo la madre de la creatividad de estos tipos.

Y todo es absolutamente legal. La derrota demócrata será catastrófica para el presidente Barack Obama. Se gastó los únicos dos años de gobierno reformando el sistema de salud, y los republicanos prometieron derogarla suspendiéndole el financiamiento.

La popularidad de Obama se desplomó tanto que muchos candidatos demócratas le huían, porque la impopularidad es virulenta y contagiosa.

Los blancos pobres, el 40 por ciento del electorado, están enojados con él; hispanos, afroamericanos, homosexuales y lesbianas también. La amplia coalición que lo llevó al poder se disuelve. En 1994, los demócratas perdieron, pero dos años después Clinton ganó la reelección.

Para Obama será muy diferente, porque la élite partidaria podría promover a otro candidato para las próximas elecciones presidenciales.

Esta derrota demócrata puede significar que estamos asistiendo al inicio del fin, o al fin del inicio, del Obama encantado.

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