WikiLeaks: What Does It Really Mean?

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WikiLeaks: ¿Qué significa realmente?

Dr. Mauricio E. Colorado

Abogado

Las informaciones hasta ahora reveladas no son secretos militares, sino diplomáticos, que ponen a EE.UU. en una situación incómoda.

Un verdadero terremoto ha causado en el mundo la información que se produce en la página WikiLeaks, creada por un periodista australiano de apellido Assange, que dicho sea de paso, se encuentra arrestado en Londres, sin derecho a fianza, y reclamado por la justicia Sueca por el delito común de violación.

Lo que Assange ha realizado es la obra de alguien que tiene un altísimo grado de inteligencia y capacidad de actuar, porque ha logrado acceder a sitios de información de la nación más poderosa del mundo, considerados como de confidencialidad extrema.

Aunque las informaciones hasta ahora reveladas no son en su mayoría secretos militares, sino más bien diplomáticos, son informes que de una u otra manera ponen a los Estados Unidos en una situación incómoda, porque revelan informes íntimos de personas que ejercen en el mundo influencias trascendentales en grandes sectores sociales.

Que alguien en el Departamento de Estado tenga un criterio de que Angela Merkel, Gobernante de Alemania, tenga el criterio de que no es creativa, o de que de la gobernante de Argentina se tenga duda sobre su capacidad mental, o de que el gobernante Libio se haga acompañar de una voluptuosa enfermera rubia de 33 años a donde viaja, o muchas cosas intrascendentes mas –porque no dejan de ser opiniones y no verdades comprobadas–, no dejan de ser elementos poco trascendentales para la política del mundo, y más las ubicaríamos en conversaciones de salón (chambres), que solo podrían dejar mal parado a quien solicita y reporta tales conductas.

En cuanto a la difusión de lo que los Estados Unidos reporta sobre lo relativo a nuestro país déjenme desilusionarlos, pero es algo que muchos han supuesto también sin necesidad de tener dichos informes. La desconfianza entre el presidente y el partido que lo llevó al gobierno, y los temores de posibles agresiones a su integridad provenientes de gente que ha sido parte de una guerra civil con toda clase de recursos inmorales como asesinatos, robos, secuestros destrucción de infraestructura y otro sin número de delitos justificados todos en una búsqueda de la “reivindicación de los derechos del pueblo” no puede ser una idea descabellada, sino más bien una posibilidad lógica y factible que a cualquier persona en sus cabales se le puede y debería ocurrir.

Las luchas intestinas entre el presidente y su grupo de trabajo y el partido que lo postuló para el cargo, se demuestran con hechos desde el primer día de gobierno. Por ese lado, creo que los salvadoreños no deberíamos tener ninguna sorpresa, ya que lo único cierto que ha ocurrido es que mucha gente en muchas partes del mundo han rendido informes a su gobierno de la forma como ven, leen e interpretan a los gobernantes y las situaciones coyunturales de sus países. Lo que sí verdaderamente ha de preocupar a la gran nación del norte es cómo y por qué, alguien ha tenido la capacidad de acceder a tanta información supuestamente confidencial, y hacerla del conocimiento de los grandes medios de comunicación.

Que esta persona –y como ella quien sabe cuántas más – tiene la capacidad de llegar hasta ese grado de infiltración, ya ha provocado que el presidente Obama haya designado a alguien para que eso no suceda más. Definitivamente que el problema es grave porque, dependiendo de quien sirva a quien y quien espíe a quien, el mundo está bajo una grave amenaza de destrucción, especialmente ahora que naciones como Irán y Corea del Norte se presentan como potenciales naciones poseedoras de armamento nuclear.

De esa forma, los informes de violaciones de derechos humanos en la guerra de Irak, dados por WikiLeaks pasan a ser como juegos de niños. Que los informes de WikiLeaks se confirmen o no, es intrascendente porque el espionaje se practica desde tiempos inmemoriales por todos los gobiernos que por seguridad deben de conocer a amigos y enemigos. Lo inusual es que el público conozca lo que se supone secreto.

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