Judges or Executioners?

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Muchos se escandalizan por la ejecución de Osama Bin Laden. Pero es algo que Estados Unidos perpetra u ordena a sus sicarios desde su fundación. Liquidó a los aborígenes en su avance hacia el Oeste y, para citar solo algún caso, a varios patriotas cubanos, puertorriqueños o filipinos a partir de 1898, a Sandino o al Che. Pueden alardear de libertad o democracia pero son el sheriff del mundo: primero disparan a matar y luego dan las explicaciones que hagan falta para recibir el plácet de la “gente de orden”.