The Primary Elections Are Wide Open

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Unas primarias abiertas de par en par

17 MAY 2011 23:44

Hace apenas un par de meses, más de una docena de políticos sonaban como posibles presidenciables republicanos. Mientras ninguno se atrevía a dar el paso de anunciar su candidatura, aún hubo otros aspirantes improbables que se subieron al carro, como la ultraconservadora Michele Bachmann, el libertario Ron Paul, o el inefable Donald Trump.

Poco a poco, varios nombres se han ido cayendo de la lista tras las correspondientes ruedas de prensa en las que afloraron argumentos peregrinos: la falta de interés, los manidos “asuntos personales”, aquello de “no es mi momento”, etc.

Los últimos en bajarse del tren han sido Donald Trump, y Mike Huckabee. Del primero hay poco más que decir. Muchos adviertieron que su flirteo con una candidatura presidencial era su enésima bufonada para chupar cámara, y aumentar su salario en el próximo “reality show”. No era la primera vez que lo hacía, pero los medios picaron el anzuelo encantados porque el negocio es mutuo. En estos tiempos banales que corren, lo único que importa es el ránking de las noticias más vistas.

La renuncia del segundo tiene mayor enjundia. No deja de ser curioso que Huckabee, el mismo que sorprendió a propios y extraños al vencer en Iowa en su improbable candidatura del 2008, ahora con todo a su favor, tire la toalla antes de empezar el combate. Los medios estadounidenses apuntan que, consciente de la dificultad de derrotar a Obama, habría preferido mantener su nuevo estatus y sueldo de presentador estrella de la Fox News.

Su retirada deja huérfanos de candidato a más del 20% de los simpatizantes republicanos que lo habían encumbrado al primer lugar de las encuestas, empatado con Mitt Romney. Y sobre todo, puede abrir una encarnizada batalla por los “caucus” de Iowa y las primarias de Carolina del Sur, dos estados que suelen ser claves en la elección del nominado republicano, y en las que era el gran favorito.

Según los analistas, no está claro quién se beneficiará más de la espantada de Huckabee, y lo más probable es que sean varios los candidatos que se repartan el grupo que apoyaba al ex pastor, formado sobre todo por votantes evangélicos y de clase media y media-baja. Además, el propio que fuera gobernador de Arkansas, de momento, no ha querido dar su apoyo a ningún otro de los presidenciables. Así pues, las primarias republicanas están más abiertas que nunca, sin un claro favorito.

Dejando a un lado excentricidades como la de Herman Cain, el “rey de la pizza”, entre los pesos pesados republicanos, los únicos que han dado ya un paso al frente son Newt Gingrich y Ron Paul. Además, son pocos los que dudan que Tim Pawlenty y Mitt Romney les imitarán más pronto que tarde, pues han dado sobradas muestras de que sus ambiciones sí pasan por la Casa Blanca.

Probablemente, el embajador de Obama en China, el moderado John Huntsman, así como el gobernador de Indiana, se saltarán también al ruedo de las primarias. En cambio, no está tan claro qué pasa por la mente de Sarah Palin, que lleva semanas eclipsada por las payasadas de Trump, y la ambición de Bachmann, su alter ego dentro del Tea Party.

Quizás si a alguien favorece sobre todo que se adelgace la nómina de aspirantes es a aquellos menos conocidos para la opinión pública, como Tim Pawlenty o John Huntsman, pues tendrán una mayor cuota mediática para darse a conocer, algo necesario para poder competir con la todopoderosa y multimillonaria maquinaria electoral de Mitt Romney.

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