Obama in Europe

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Obama en Europa

Editorial | 22/05/2011 – 00:00h

Barack Obama, presidente de Estados Unidos, comienza hoy, domingo, una gira por cuatro países europeos. Este viaje al

Viejo Continente será el octavo que realiza desde que es presidente, y será bien distinto de los anteriores. O para decirlo

más exactamente, Obama se encontrará con una Europa bien distinta de la que recorrió en el primer año de su mandato.

Hace dos años, Europa era optimista. La Unión Europea creía caminar hacia una mayor integración. Dos años después, la

crisis económica golpea duramente a Europa (Grecia, Irlanda y Portugal deben ser rescatados del desastre económico), los

recortes en el Estado de bienestar disparan el malestar, la inmigración #7;alimenta el populismo, y el populismo, de un

extremo a otro del continente, se ha convertido en una seria amenaza para el proceso de construcción europea. En cuanto

a la política exterior, el hecho de que Francia y el Reino Unido encabecen la intervención internacional en Libia no significa

que se haya avanzado hacia una política exterior común. Alemania no participa en la operación, y sin Alemania no hay

política europea.

Obama visitará Irlanda, Reino Unido, Francia y Polonia. Y habrá dos momentos culminantes: cuando en los Comunes aborde

las relaciones entre Estados Unidos y Europa, y la cumbre del G-8 (el grupo de los países industrializados más Rusia), que

se celebrará en Deauville (Francia). Las relaciones entre Estados Unidos y Europa han mejorado durante el mandato de

Obama. Con su antecesor, George W. Bush, llegaron a estar bajo mínimos a causa de la división que provocó la invasión de

Iraq. Y Obama no sólo es popular entre los europeos, sino que su agenda política es la más próxima a la europea que un

presidente estadounidense ha tenido en los últimos decenios. Pero el mundo ha cambiado. Y una de las pruebas es

precisamente el G-8, superado por los acontecimientos: hoy en día el foro económico mundial es el G-20, donde los

industrializados tienen que vérselas con las potencias emergentes no occidentales.

En el mundo globalizado, cuando el poder económico se desplaza hacia Asia, Estados Unidos y Europa, que comparten

valores e intereses, siguen necesitándose. Sus intereses no siempre coincidirán. Es más, a veces son contradictorios. Pero

tanto estadounidenses como europeos son conscientes del desafío que representa el futuro. En el siglo XIX, la hegemonía

fue británica; en el siglo XX, estadounidense, y en el siglo XXI emergen otras potencias. La visita de Obama debe reforzar

las relación de Europa con Estados Unidos.

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