U.S. Justice Sends Out a Strong Message

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La detención de Strauss-Kahn es un mensaje muy fuerte y categórico del Poder Judicial de los Estados Unidos: el hombre común intuye que la Justicia es igual para todos y que es mejor cumplir las leyes que violarlas.

En efecto, en apenas cuatro días, la policía, un fiscal y la jueza Melissa Jackson, hicieron lo siguiente:

-participaron de la detención del titular del Fondo Monetario Internacional y precandidato presidencial de Francia.

-el funcionario fue bajado de un avión a punto de despegar.

-Strauss-Kahn fue enviado a prisión, donde continúa.

-Se le negó el pedido de fianza de un millón de dólares y su oferta de usar una pulsera electrónica a cambio de quedar en libertad.

-Lo imputaron de siete cargos.

-Strauss-Kahn tuvo que cambiar su declaración inicial, presumiblemente ante la contundencia de las pruebas en su contra.

Poco le importó a la Justicia norteamericana que el hombre tuviera influencias y que sea el jefe de un organismo de nivel mundial.

Frente a ese cuadro, el hombre común tiene fuertes incentivos para creer que en su país hay Justicia y que conviene obedecer las leyes.

Estados Unidos es uno de los países que tiene más presos en todo el mundo y las leyes son hechas para ser cumplidas. Claro que siempre hay desviaciones y vicios, como en todas partes.

Pero el mensaje es claro: toda una lección para otros países donde los funcionarios de turno y los poderosos rara vez terminan en prisión y casi siempre son sobreseídos.

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