Romney, Bachmann Winners of First Debate

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Romney y Bachmann ganadores del primer debate

A un año y medio de las elecciones presidenciales en EEUU, el lunes por la noche se abrió oficialmente en New Hampshire la campaña de las primarias republicanas con el primer debate entre los siete candidatos que, de momento, ya han anunciado su intención de aspirar a la Casa Blanca.

Aún se celebrarán otros muchos debates antes de que los ciudadanos de Iowa acudan a los “caucus” en febrero del 2012, por lo que la relevancia de este primer debate es relativa. No obstante, el diálogo entre los candidatos sí ofreció algunas señales sobre la narrativa que va a dominar la precampaña.

Para empezar, el lunes se consolidó la condición de gran favorito de Mitt Romney, al que muchos consideran el gran ganador del debate. El ex gobernador de Massachusetts ofreció una imagen presidencial, respondió con seguridad a todas las preguntas, e incluso mejoró su línea de defensa ante su mayor punto débil, la aprobación de un reforma sanitaria en Massachusetts demasiado parecida a la de Obama.

Por su condición de favorito, se esperaba que se convirtiera en el blanco de las críticas de sus adversarios. No obstante, probablemente por ser el primero, fue un debate de guante blanco. Para Romney, salir indemne de la confrontación ya fue toda una victoria.

A Tim Pawlenty, el otro favorito de los siete contendientes en el debate, el presentador le sirvió en bandeja la ocasión de clavar una dentellada a su máximo rival, al preguntarle por su definición de la reforma sanitaria como “Obamneycare”.

No obstante, declinó esta posibilidad, probablemente porque no quiso dar una imagen excesivamente agresiva en su presentación a millones de electores. La decisión pareció calculada, pero ha hecho resurgir los comentarios de que Pawlenty es demasiado “buen chico” como para ganar unas presidenciales.

Sin duda, la otra gran ganadora fue Michele Bachmann, que anunció en antena oficialmente su candidatura. La congresista de Minnesota, considerada una especie alter ego de Palin, ofreció algunas de las respuestas más ingeniosas de la noche, y recibió numerosas ovaciones por parte del público.

La carismática Bachmann es una estrella ascendente dentro del firmamento republicano, y podría convertirse en la sorpresa de las primarias. Entre otras cosas, porque está bien situada para ganar los “caucus” de Iowa, su estado natal, lo que propulsaría su candidatura.

Algunos, con cierta maldad, la han definido como una “Sarah Palin con cerebro”. De hecho, si su popularidad continúa subiendo a medida que se da a conocer entre los electores republicanos, podría acabar de desplazando a Palin definitivamente de la lucha por la Casa Blanca. La ex gobernadora de Alaska mantiene el suspense respecto a sus planes de futuro, pero si tarda demasiado definirse, podría descubrir que Bachmann le ha robado el título de icono de la América conservadora.

Los otros cuatro candidatos no realizaron ningún error de bulto, pero tampoco su actuación fue suficientemente buena como para escapar del furgón de cola de las primarias, y entrar en el grupo de cabeza.

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