The U.S. Places Conditions on Millennium Funds for Nicaragua

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EE.UU. condiciona Fondos del Milenio a Nicaragua

Estados Unidos condicionó a Nicaragua a recibir los beneficios de la Cuenta del Milenio sólo si mejora la libertad economica y gobernabilidad.

EL DIARIO DE HOY Managua, Nicaragua

“Nicaragua puede solicitar un nuevo acuerdo… estamos dispuestos a trabajar con cualquier administración en la formulación de un segundo Acuerdo de la Cuenta”, pero si la administración Ortega –o la que habrá de sucederle mejora “los indicadores relacionados con libertades económicas y particularmente los indicadores de gobernabilidad”, declaró el embajador de EE.UU., Robert Callahan.

La negación del gobierno de Daniel Ortega para investigar el fraude electoral en los comicios municipales de 2008, le costó a Nicaragua US$61.5 millones que la Corporación Reto del Milenio (CRM) había destinado para el desarrollo de zonas rurales.

En 2006, durante el último año de gobierno de Enrique Bolaños, la CRM decidió que Nicaragua era elegible y le asignó US$175 millones para financiar grandes proyectos en el Occidente, pero el fraude electoral del 2008, cometido por los sandinistas, hizo que se cancelara más de la tercera parte de la ayuda.

Incluso ese primer proyecto pudo haber sido retomado para beneficiar a miles de personas más, quizás en el norte de Nicaragua, pero Ortega hizo caso omiso a la invitación de la CRM para aplicar a un nuevo paquete de fondos.

Ignacio Vélez, Director de la CRM en Nicaragua, dijo que su contraparte estadounidense aceptó implementar el modelo propuesto por las autoridades nicaragüenses hace cinco años, porque estaba enfocado “en zonas rurales, donde hay más pobreza que en las urbanas”.

Decidieron enfrentar tres situaciones: el deterioro de los caminos productivos y las carreteras de León y Chinandega; los problemas de propiedad -que impiden a los dueños de parcelas acceder al crédito bancario-, así como el pobre crecimiento y la fragilidad de los negocios en la zona.

En respuesta a esa tríada se aprobaron más de US$100 millones para el diseño de 360 kilómetros de caminos y priorizar la construcción de 211 kilómetros de cinco de las carreteras más importantes de la región, dejando los diseños de las demás listos para construir en cuanto se consiguieran nuevos recursos.

También se destinaron US$7.2 millones para mejorar el régimen de propiedad, y US$32.9 millones para impulsar el desarrollo de negocios rurales, incluyendo “unos 120 mil agricultores, ganaderos, pescadores, pequeños empresarios y socios de cooperativas”, según un recuento hecho por el embajador Callahan.

Los beneficios pudieron haber sido mayores, de no haber sido por la cancelación de buena parte de los fondos. El diplomático dijo que la decisión se tomó “en respuesta a “acciones incongruentes” del régimen de Nicaragua en los criterios de gobernabilidad, al negarse a investigar “las acusaciones creíbles y públicas de irregularidades en los comicios municipales de ese año”.

Callahan añadió que “la decisión fue notificada oficialmente al Gobierno de Nicaragua y al cabo de siete meses sin respuesta, tuvimos que tomar la dolorosa decisión de suspender parcialmente el Programa en cumplimiento de los criterios de Gobernabilidad incluidos en el acuerdo de la Cuenta”.

Ello hizo que fuera imposible construir la carretera Nejapa-Izapa, de 58 kilómetros de extensión, y una de las dos vías que comunican al occidente del país con el resto del territorio, así como la vía La Paz Centro – Malpaisillo – Villa 15 de Julio, que es de extrema importancia regional.

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