Obama’s War?

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Posted on July 5, 2011.

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La Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, reconoce que sus proyectiles causaron la muerte, primero a 9 civiles y luego a otros quince, el pasado fin de semana. ¿Cuál es el costo en vidas de los ataques estadounidenses con aviones no tripulados? ¿Cuál es la magnitud del daño al medio ambiente y a la infraestructura de interés social? Las respuestas probablemente figuran en documentos que serán desclasificados dentro de tres o cuatro décadas, cuando se haya decidido el destino de las cuotas de poder y de los recursos que hoy están en disputa y, por supuesto, cuando no sea motivo de escándalo (aunque nunca dejará de provocar indignación) el número de víctimas sin nombre.

Mientras tanto, líderes del Congreso de Estados Unidos cuestionan la legalidad de las decisiones imputables a Barack Obama y Hillary Clinton.

Según las agencias internacionales de prensa, el consejero legal de la Casa Blanca, Bob Bauer, y el asesor legal del Departamento de Estado, Harold Koh, opinan que la participación de Estados Unidos en las operaciones contra Libia, no equivale a “hostilidades” y que, por lo tanto, el presidente BaracK Obama no necesitaba el “sí” del Capitolio para autorizarla. A esta opinión, dicen las mismas agencias, se opone la de Jeh Johnson, abogado del Pentágono, igual que la de Carolinne Krass, asesora legal del Departamento de Justicia.

La discusión en las instancias del poder estadounidense tiene importancia, porque revela discrepancias en torno a la definición de “intereses nacionales” y deja claro que Hillary Clinton y Barack Obama cumplen sus compromisos con los sectores beneficiarios de la guerra y dan continuidad a las acciones bélicas (la masacre y el saqueo), por considerar que son recursos que no se pueden desestimar en el proceso de afianzamiento de la hegemonía del poder estadounidense.

Las reseñas sobre el cumplimiento de la Ley de Poderes de Guerra, contribuyen, sin embargo, a hacer invisible un elemento fundamental para el resto del mundo: Estados Unidos encabeza una fuerza de ocupación que la Organización de las Naciones Unidas ha legalizado designándola con otro nombre, y la participación de la OTAN refuerza ese sello de legalidad de presentándola como multilateral.

Autorizadas o no por el Congreso de Estados Unidos y legalizadas o no por la ONU, la masacre y la invasión son acciones condenables.

¿Con qué derecho la ONU contribuye a reforzar la presencia militar estadounidense en el norte de África facilitando operaciones de saqueo y maniobras de control político? Aunque Ban Ki- Moon diga lo contrario, la imposición define el orden político global, un orden en el cual es hegemónico un poder armamentista, saqueador y criminal… Es deber de conciencia denunciarlo.

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