Cuba, Estados Unidos y la trata de personas
Por Bartolomé Sancho Morey / redaccion@ahora.cu / Miércoles, 06 de Julio de 2011 14:35
Recientemente, -¡increíble pero cierto!- una vez más Cuba ha sido acusada e incluida en la peor de las categorías del informe que el Departamento de Estado, “El Imperio”, realiza sobre los países que no “cumplen completamente con los estándares mínimos para la eliminación de trata de personas” y de no hacer para ello esfuerzos significativos.
La inclusión de Cuba en este listado, descaradamente y cínicamente manipulado, tergiversa deliberadamente la realidad de la Isla y al mismo tiempo, ignora la magnitud e impunidad con la que operan en el Imperio las principales organizaciones criminales de toda índole del planeta, vinculadas a la trata de personas (emigrantes, trata de blancas, droga, terroristas); de todo ello y con lujo de detalles hay pruebas irrefutables.
Basta citar entre otros muchos a título de ejemplo, que en Cuba a diferencia de EEUU, España, etc. no se permite en ningún medio: prensa, radio, TV., divulgación, propaganda pornográfica o incitación a la prostitucion.
Estados Unidos dispone de amplia y detallada información actualizada sobre las múltiples gestiones, que el gobierno de la Isla realiza en la prevención y enfrentamiento de la trata de personas. A pesar de lo cual ha optado una vez más por ignorarlos.
¿Por qué tanta irresponsabilidad y cinismo por parte de las autoridades estadounidenses y lacayos? La respuesta es llana y simple: la obsesión y falta total de principios éticos por justificar un bloqueo genocida, política cruel fracasada; esta y no otra es la única razón que explica la arbitraria e inmoral inclusión de Cuba en este listado, “del eje del mal”.
No menos indignante y preocupante en toda esta tragicomedia es, como de costumbre, la complicidad activa (sin la cual sería imposible tamaña e irresponsable actitud) de países-gobiernos llamados defensores de la democracia, los derechos humanos, la verdad, como España; y de la gran mayoría de los grandes medios de prensa, que a través de sus respectivos corresponsales permanentes acreditados en La Habana, quienes siendo conocedores muy bien de la realidad sobre la “trata de personas” en la Isla, no desmienten con una información objetiva-veraz tales acusaciones, como buenos profesionales, sino que “al margen de ideologías y de ética profesional”, de la cual tanto presumen, (en este caso nunca mejor dicho dime de qué presumes y te diré de qué careces), dan por respuesta el silencio.
O peor, algunos de estos mercenarios de la pluma, para justificar sus suculentos salarios y con pánico a perderlos, “máxime en tiempo de crisis”, a sabiendas de que tales acusaciones son falsas, hacen uso del “Terrorismo mediático” y las amplían con creatividad o las divulgan.
Está claro que la Revolución Cubana y su filosofía, con sus defectos que los tiene y sus virtudes que no le faltan, sigue siendo el enemigo más odiado y temido por todos los poderes fácticos financieros -¡sin excepción!- del planeta y de su brazo armado, el Imperialismo Yanqui.
¡CUÁNTA MENTIRA Y CINISMO!
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