The United States Has Different Problems than the Europeans Do

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Estados Unidos tiene problemas distintos de los europeos

25/09/11 Parálisis del proceso de acumulación. Los norteamericanos no padecen falta de liquidez ni de productividad, pero sí problemas de

inversión.

PorJorge Castro ANALISTA

La crisis norteamericana es de distinta naturaleza a la europea. Los países de Europa periférica (Italia, España, Grecia, Portugal e Irlanda) se

encuentran en una depresión estructural de largo plazo, provocada por un nivel de incremento de la productividad débil o negativo, que les

impide exportar sostenidamente y obtener las divisas genuinas para enfrentar sus obligaciones, ante todo las provenientes de sus gigantescas

deudas públicas (Italia, 120% del PBI; Grecia, 180% / 200%).

Esta situación de pérdida de competitividad por carencia de productividad es la que los torna insolventes en el mediano / largo plazo y ha

desatado una crisis de confianza – que es una muestra de lucidez – del sistema financiero internacional, denominada, por motivos de

brevedad, “crisis de la deuda europea”.

La situación es distinta en EE.UU.

La rentabilidad de las empresas norteamericanas es la más alta de los últimos 70 años, consecuencia de una doble vertiente: un alto nivel de

productividad – el mayor en 20 años – y un récord de ganancias de sus inversiones en el exterior, sobre todo en el mundo emergente.

Las empresas estadounidenses tienen reservas líquidas, inmediatamente disponibles, que ascienden a U$S 1,7 billones, debido a su nivel

histórico de rentabilidad, y disponen de U$S 1,24 billones en el exterior, obra de sus asociadas o afiliadas.

A la cabeza de esta tendencia, como en todo, están las compañías de alta tecnología , que tienen una tasa de ganancias aún mayor (+ 15% /

+ 24% en 2010) y un porcentaje superior fuera de EE.UU. (hasta 80% / 90%), como es el caso de Oracle, Cisco y Microsoft. Apple – la mayor

empresa de alta tecnología del mundo – tiene ganancias líquidas sobre capital invertido de U$S 76,2 billones, de los cuales U$S 47,6 billones

permanecen en el exterior.

Lo paradójico de la situación norteamericana es que el alto nivel de rentabilidad de sus empresas corre en forma inversa a su tasa de inversión

, sobre todo en el aumento de la fuerza de trabajo y en el capital fijo (hundido).

La tasa de inversión fija, en proporción al nivel de liquidez, es la más baja de los últimos 58 años. Si el nivel de inversión fuera correlativo al de

rentabilidad, la tasa de aumento del capital fijo sería el doble que la actual. La diferencia supera U$S 350.000 millones desde comienzo de

2009.

Los bancos, a pesar de que disponen de una extraordinaria liquidez, han reducido drásticamente sus préstamos.

Hay más de U$S 1,6 billones depositados en la cuenta de la Reserva Federal, que paga por ellos 0,25% anual.

Las únicas inversiones que realizan hoy las empresas estadounidenses es en las áreas en que pueden aumentar la productividad de la fuerza

de trabajo, y por lo tanto reducirla en términos absolutos; y también en compras y adquisiciones (M&A) de firmas en el exterior, que se han

multiplicado extraordinariamente.

La economía de EE.UU. produce ahora lo mismo que en 2007, pero lo hace con 8 millones de trabajadores menos.

Aquí está la raíz de la débil recuperación estadounidense. El núcleo de la crisis no es la carencia de liquidez, ni menos todavía de auge de la

productividad, sino los mecanismos de transmisión de uno y otro hacia una tasa elevada de inversión. Es una parálisis del proceso de

acumulación .

Esto ocurre en un mundo globalizado y cibernético, que tiene más capitales disponibles que nunca, pero que también dispone de mayores

oportunidades de inversión que en cualquier otro momento en la historia del capitalismo. El terreno de la competencia es hoy la estructura de

incentivos para atraerlas.

La política económica se ha radicalizado en la segunda década del siglo XXI . El eje no está ahora en la búsqueda de equilibrios

macroeconómicos, sino en la creación de condiciones para una revolución capitalista, tanto en EE.UU. como en Europa, en Oriente como en

América del Sur.

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