Protest on Wall Street Spreads to Washington

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Poco a poco y sin hacer demasiado ruido, el movimiento de protesta popular surgido en Nueva York hace tres semanas bajo el lema Ocupa Wall Street va ganando adeptos y expandiéndose geográficamente. La indignación llegó el jueves a la capital del país, Washington, donde más de un millar de personas fueron desfilando por la plaza de la Libertad, un emplazamiento simbólico que emula a la plaza cairota donde gravitó la revolución egipcia.

Como en Boston, en Chicago o en San Francisco, no hay objetivos definidos, pero sí la determinación de consolidarse como movimiento y recurrir a la desobediencia civil para que se escuchen sus agravios. En EEUU el dinero y la política se entremezclan de forma más nítida y transparente que en ningún otro lugar del mundo. Las multinacionales y los intereses particulares financian campañas electorales, tercian en la legislación mediante la presión de sus lobis y nutren los cuadros de la Administración en un viaje generalmente de ida y vuelta. Así ha sido durante décadas, pero la crisis económica y el elevado desempleo parecen haber revitalizado al movimiento anticorporativista, donde confluyen desde el pacifismo tradicional a los ecologistas, grupos de estudiantes o anarquistas.

En una comparecencia en la Casa Blanca, el presidente, Barack Obama, atribuyó el movimiento al “descontento” fruto de la difícil situación económica y de la práctica de los bancos.

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