Evil, Go Away!

Edited by Rica Asuncion-Reed

 

 

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¿Qué tienen en común Italia y el estado de Arizona? Que ambos lograron esta semana deshacerse de los políticos que ya no les funcionaban. Italia tardó un poco más que Arizona, pero en ambos el retiro del político en cuestión fue hecho con todas las de la ley, sin golpe de Estado, sin violencia.

En Arizona, el presidente del Senado estatal, Russell Pearce, fue votado fuera de su escaño tan sólo a dos años de haber llegado a él. Pearce fue el autor de la controvertida iniciativa SB1070. La primera de las leyes más duras en contra de los inmigrantes en Estados Unidos que permite a las autoridades solicitar en cualquier momento, por cualquier razón y a cualquier persona, sus documentos migratorios para probar que están en EU de forma legal.

Una ley racista, del puño de un senador racista que puso la ya emproblemada economía del estado en una situación aún más difícil.

Por ello, un grupo de ciudadanos conformaron la asociación Ciudadanos por un mejor Arizona. A través de ésta, juntaron casi 20 mil firmas de inconformes con las políticas de Pearce y pidieron que se hiciera una elección especial.

La Constitución estatal prevé la figura de revocación de mandato si los ciudadanos logran reunir las firmas suficientes en el distrito del político en cuestión. Estas firmas equivalen al 25% de los sufragios de la elección anterior y en el caso de Pearce eran por ello necesarias siete mil 756 firmas. Tras la validación de diez mil firmas, el 8 de noviembre pasado se llevó a cabo la elección en la que Pearce, quien también es conocido como el presidente del Partido del Té, se enfrentó al demócrata Jerry Lewis.

Lewis ganó la elección con 53% de los votos versus 45% para Pearce y, con ello, los Ciudadanos por un mejor Arizona se anotaron su primer triunfo.

“Sacamos a un político que era una vergüenza nacional para el Estado”, declaró Randy Parraz, uno de los fundadores de la organización ciudadana.

Russell Pearce se convirtió así en el primer líder de un Senado estatal en ser removido de su cargo mediante la revocación de mandato. Su salida pone a otros políticos de estados que también han aprobado leyes muy duras en contra de los migrantes, como Georgia y Alabama, a remojar sus barbas.

Y, del otro lado del Atlántico, en Italia, Silvio Berlusconi presentó su dimisión ante el presidente Giorgio Napolitano. Después de haber ganado tres elecciones y de ser el político que ha permanecido en el poder por más tiempo en Europa desde la posguerra, Il Cavalliere se ha hecho a un lado de forma institucional, dados los enormes problemas económicos

del país.

“No me corresponde a mí decidir qué tendrá que ocurrir, pero yo sólo veo la posibilidad de comicios anticipados, porque en este momento el Parlamento está paralizado”, dijo el ahora ex primer ministro tras anunciar su decisión al presidente Napolitano.

Piensa global, actúa local. Aquí tiene México dos buenos ejemplos de cómo la revocación del mandato puede funcionar en favor de los ciudadanos. En favor de la democracia.

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