Claves Americanas
La hora del Pacífico
Por Andrés Oppenheimer | LA NACION
Ver perfil
Ver comentarios
MIAMI.- Si existía alguna duda de que Estados Unidos mirará cada vez más hacia el Oriente -en vez de mirar hacia Europa o América latina- como su primera prioridad en materia comercial, varias noticias que pasaron prácticamente inadvertidas en los últimos días deberían despejar cualquier interrogante al respecto.
En primer lugar, el presidente Obama dijo el 13 de noviembre en la cumbre de 21 países del Asia Pacífico, celebrada en Hawaii, que “Estados Unidos es un país del Pacífico”. Y agregó: “Ninguna región será más importante para determinar nuestro futuro económico a largo plazo que la región del Asia-Pacífico”.
En la cumbre, y en un viaje posterior a Asia, Obama inició conversaciones formales con Japón y varios otros países -Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Chile, Perú- para ampliar la Asociación de Países del Trans-Pacífico, que podría convertirse en el bloque comercial más grande del mundo. Corea del Sur, Canadá y México ya han manifestado su interés de formar parte de la Asociación.
En segundo término, poco antes del viaje de Obama, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, publicó un artículo en la revista Foreign Policy titulado “El siglo del Pacífico de Estados Unidos”. Allí afirma que el futuro económico de Estados Unidos dependerá de su capacidad de conquistar los mercados asiáticos.
En tercer lugar, un nuevo estudio sobre los intercambios estudiantiles de varios países con Estados Unidos -que puede ser un buen indicio de los futuros vínculos entre las elites empresariales y académicas de los países en cuestión- revelan que hay un enorme crecimiento del número de estudiantes asiáticos en las universidades estadounidenses y una caída del número de estudiantes latinoamericanos.
Según el estudio Puertas Abiertas, del Instituto de Educación Internacional, con sede en Nueva York, el número de estudiantes asiáticos en las universidades de Estados Unidos aumentó un 6% el año pasado, hasta alcanzar los 462.000 estudiantes, mientras el número de estudiantes latinoamericanos cayó un 2%, a un total de 64.000 estudiantes.
No es un accidente estadístico: el aumento de los estudiantes asiáticos se viene dando desde hace más de una década.
El año pasado, los países con mayor número de estudiantes universitarios en Estados Unidos fueron China (158.000), la India (104.000), Corea del Sur (73.000), Canadá (28.000), Taiwan (25.000), Arabia Saudita (23.000) y Japón (21.000).
Los estudiantes asiáticos, atraídos por el hecho de que las universidades estadounidenses ocupan los primeros puestos en todos los rankings mundiales de universidades, consideran que el título de una universidad estadounidense es su mejor pasaporte para lograr un buen empleo en sus países. Hasta Vietnam tiene 15.000 estudiantes en universidades estadounidenses; más que México, que no llega a 14.000. Entre los países de América latina, México figura en primer lugar, seguido por Brasil, con 9000 estudiantes; Colombia, 6000; Venezuela, 5000, y Jamaica, 3000.
¿Estas cifras no representan un revés para el plan de Obama de aumentar a 100.000 el número de estudiantes latinoamericanos que estudian en Estados Unidos, y viceversa, para fines de esta década?, les pregunté a varios funcionarios de Estados Unidos.
Fabiola Rodríguez-Ciampoli, una funcionaria de alto rango del Departamento de Estado, me dijo que debido a que plan de Obama fue anunciado hacia el final del año académico 2010, los primeros signos de su impacto se verán en las cifras del año próximo. Obama planea hacer anuncios específicos en la Cumbre de las Américas, que se celebrará en abril de 2012 en Cartagena, Colombia.
Se espera un sustancial aumento de estudiantes brasileños tras el reciente anuncio de Brasil de que becará a 75.000 universitarios para que sigan sus estudios en el extranjero, especialmente en las áreas de ingeniería, ciencia y tecnología. Los funcionarios estadounidenses confían en que más de 45.000 de los becados brasileños irán a universidades de Estados Unidos en los próximos años, y que otros países de la región seguirán los pasos de Brasil para no quedarse muy atrás.
Mi opinión: Obama está procurando aumentar la presencia estadounidense en Asia tanto por el rápido crecimiento económico de la región como por el hecho de que Washington quiere contrarrestar el ascenso de China. Eso es comprensible, pero Estados Unidos debería como mínimo mirar tanto hacia el Oriente como hacia el Sur.
Estados Unidos exporta tres veces más a América latina que a China. Y considerando que las economías latinoamericanas están creciendo, quizá no haya sido muy prudente autodefinir a Estados Unidos “un país del Pacífico”, excluyendo tácitamente a los países latinoamericanos del Atlántico -entre ellos Brasil- y a Europa de la ecuación.
Cuando Obama vaya a la Cumbre de las Américas en Cartagena el año próximo, así como la próxima vez que se encuentre con líderes europeos, va a tener que hacer algún malabarismo retórico para mitigar el daño causado por su proclamación de amor absoluto a los países del Pacífico.
© La Nacion.
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.