Will the Internet Be a Victim of SOPA or Vice Versa?

<--

Hace varias semanas escribí un blog sobre una lluvia de dardos y cuchillos en contra de Internet, la red sería víctima de varias leyes para regular el contenido publicado, situación que, hasta cierto punto, era de esperarse (para continuar me cubriré con el manto púrpura de la moral), es un hecho que Internet es el paraíso de los pecados: descargas ilegales de música, libros, películas, pornografía infantil, infidelidad, estafas y conocimiento malicioso, pero al mismo tiempo(adiós a la capa de la moral) es una impresionante fuente de conocimiento, información al momento, cadenas de ayuda, red de servicio social y punto de encuentro social. ¿En verdad nos conviene la poca regulación que hay en Internet o sí se debe hacer algo? La respuesta a esta pregunta la quería dar SOPA, una ley que tal vez termine sepultada por miles de millones de dólares.

La ley SOPA es un intento republicano (muy envuelto en el manto púrpura de la moral) en Estados Unidos para regular el abuso cometido contra los derechos de autor, el nombre poco tiene que ver con la comida, por casualidad son las siglas de Stop Oline Piracy Act o algo así como Alto a la actividad pirata en línea. Su finalidad no es satánica, el objetivo es hacer valer un derecho de los dueños de la propiedad industrial o artística y tiene propuestas valiosas como obligar a las páginas a tener datos de contacto (la mayoría de las páginas no lo tienen y en ellas no existe la réplica) permitiría a los dueños de los derechos de autor informar de advertencias por el mal uso de su producción, lo que también es válido (varias páginas se fusilan mi blog y lo que más me duele es que ni mi nombre ponen). Sin embargo, el principal problema tiene que ver con las sanciones y la forma de aplicar la ley porque SOPA responsabilizará a las páginas por el contenido que suban los usuarios, eso significa que si un twitero publica una fotografía que viola los derechos de autor, un buen abogado lograría que desapareciera la red social por su “actividad criminal”. En el tema de las sanciones, estas van desde bloquear la página para que los buscadores como Google, Bing o Yahoo no la muestren en los resultados, que otras páginas no pongan ligas a los sitios “criminales” hasta el retiro definitivo y la congelación de sus cuentas, ingresos o donativos (véase caso Wikileaks), eso significa que, con el amparo de la ley, las páginas podrán quedarse sin dinero de un minito para otro. Si creen que la ley es injusta todavía falta mucho más por saber, pues además de las sanciones económicas también se contempla cárcel ( hasta 5 años por descargar canciones, libros o películas), además el gobierno podrá espiar a los usuarios con el pretexto de revisar que no se viole la ley.

La lluvia de cuchillos y los dardos tampoco fue una casualidad, las puntas fueron afiladas con el apoyo de empresas como Warner, EMI, SONY, Pfizer, etc. Todas preocupadas por los actos de piratería que dañan fuertemente su economía, pero no contaban con la existencia de empresas relativamente nuevas pero que tienen más poder, cómo Facebook, que vale más de cinco mil millones de dólares, Google, Amazon, Wikipedia o Yahoo, corporaciones que tendrían muchas preocupaciones financieras si se aprobara la ley SOPA; la diferencia es que un gigante como Google tiene más billetes verdes para asegurarse de eliminar SOPA –y que parezca que fue un accidente- que una disquera para presionar a los congresistas de aprobar esa ley. La siguiente opción es la presión mediática, pues sitios como Wikipedia en inglés o WordPress estarán en huelga este 18 de enero y retiraran sus páginas un día completo en protesta contra la discutida ley.

El día de la verdad llegará el 23 de enero, cuando se vote la ley, no olvidemos que la presión aumentará con los días en las redes sociales, además Internet está dejando más dinero que discos, así que no dudo que la propuesta SOPA no llegue lejos, aunque dejará restos para una nueva iniciativa de ley.

About this publication